Los ocobos florecidos hacen parte del paisaje natural de Ibagué. Según estimaciones de Cortolima, en la ciudad existen más de 3.500 individuos arbóreos que visten a la ciudad de color rosa y llenan las calles de un tapete del mismo tono.
Y es que este árbol es tan importante para la ciudad que en el año 2000 fue declarado como símbolo de Ibagué por medio del decreto número 00569. Allí se resuelve que se debe «mantener los acuerdos interinstitucionales establecidos con el fin de proteger, conservar y propagar esta especie que, con la hermosura de su florenscencia engalana la ciudad vistiéndola de color».
De acuerdo con Jorge Enrique Montealegre, ingeniero forestal de la Subdirección de Desarrollo Ambiental de Cortolima, los ocobos reciben nombres diferentes según la región del país. Por este motivo, es común que en algunas partes les digan robles o guayacán.
“Generalmente se dan entre los 1.200 y los 1.500 metros sobre el nivel del mar, es una especie de una gran belleza escénica, y como todos los árboles cumplen una función ambiental vital para el entorno”, asegura el ingeniero.
Y añade: “Lo común es que florezca dos veces al año. Sin embargo, por la variabilidad climática han florecido antes de lo normal”. (Ver: Temperatura en Ibagué aumentó 1,1 grados en septiembre)
Este árbol, cuyo nombre científico es «Tabebuia rosea», se encuentra ubicado en México, Colombia, Venezuela y la zona costera de Ecuador. Según algunos datos, estos llegaron a la ciudad gracias a un grupo de Damas Rosadas que lo descubrieron viajando por el Tolima.
Es preciso recordar que aunque la especie representativa de la ciudad es el ocobo con flores rosadas o Tabebuia rosea, también podemos encontrar «Tabebuia roseoalba», conocido como Ocobo blanco, y las especies «Tabebuia ochracea» y el «Tabebuia chrysantha», o llamados Ocobo amarillo o Chicalá.
Según datos del censo de Cortolima realizado entre 2014 y 2015, en la ciudad existen al menos 3.586 ocobos en la ciudad. Además, es la comuna 10, a la cual pertenece el barrio Cádiz, en donde se encuentra el mayor número de árboles de este tipo, con un total de 1.186.
Asimismo, el ingeniero Montealegre invitó a los ibaguereños a cuidar y preservar este símbolo de la ciudad que hace parte del entorno paisajístico de la capital del Tolima: «Los ocobos permiten que tanto habitantes como turistas disfruten por unos días de un ambiente natural colorido y que sus calles permanezcan tapizadas por sus flores rosadas».