Los residentes y comerciantes del centro de Ibagué ya no saben si el parque Murillo Toro es un lugar de esparcimiento o un centro de ferias y exposiciones. Los conciertos y eventos que organizan diferentes entidades duran aproximadamente 12 horas y se caracterizan por superar los niveles de ruido permitidos por las autoridades ambientales.
Y es que la situación parece estar fuera de control. Según pudo comprobar esta redacción, durante un evento organizado el pasado viernes por una emisora de la ciudad el ruido alcanzó los 95 decibeles (db), cuando lo permitido por las autoridades es de 80 db.
Según Lizeth Herrera, empleada de un café internet de los alrededores del parque Murillo Toro, el ruido del pasado viernes inició alrededor de las 7:00 de la mañana y en ningún momento hubo un momento de tranquilidad en el sector.
«Es desesperante. Ahí en el parque hacen eventos cada semana y el ruido es insoportable. Ni siquiera a la hora del almuerzo le bajan un poco a la música. Es un irrespeto para los ciudadanos porque ya ni siquiera podemos trabajar en paz«, dijo Herrera.
Asimismo, Carlos Enrique Cruz, propietario de un local comercial sobre la calle 10, dijo que no entiende por qué las autoridades locales permiten que los intereses particulares de las empresas que organizan los eventos estén por encima de los derechos de la comunidad.
Diana Saavedra, asistente administrativa de una oficina de abogados ubicada en el edificio Vela, dijo que siempre que hay algún evento en el parque Murillo Toro baja su productividad, ya que no puede concentrarse en su trabajo debido a los altos niveles de ruido: «No sé por qué si hay un espacio para esos conciertos, como es la Concha Acústica, prefieren hacer escándalo en pleno centro de la ciudad«.
Ante el poco control que existe por parte de las autoridades ambientales, ELOLFATO.COM se comunicó con el comandante de la Policía Metropolitana, Óscar González, quien dijo que los encargados de sancionar a los organizadores de los ruidosos eventos era Cortolima. Sin embargo, durante la ‘celebración’ de este viernes también participó la Policía: además de prestar seguridad y encerrar el parque Murillo Toro con vallas, la orquesta de dicha entidad también estaba dentro de los artistas invitados.
Pero al llamar a Cortolima para preguntar por qué no se habían presentado para imponer sanciones por contaminación auditiva, la Corporación dijo que eso no era de su competencia, sino de la Policía Ambiental. Es decir, ambas instituciones se ‘tiraron la pelota’.
De igual forma, Marco Emilio Hincapié, director de Justicia, dijo que en el parque Murillo Toro se organizan alrededor de cuatro eventos mensuales y que es necesario tomar medidas para regular la contaminación auditiva: «Vamos a someter el tema a análisis en la Alcaldía de Ibagué y veremos qué acciones vamos a implementar».
Mientras tanto, los comerciantes y residentes del sector tendrán que seguir aguantando los dolores de cabeza provocados por el exceso de ruido cada vez que alguien usa el parque Murillo Toro como si fuera un lugar adecuado para conciertos.