Transcurrió la semana anterior en medio del escándalo que se produjo en Cortolima, donde un valiente o traidor, depende como se mire, se atrevió a grabar las instrucciones de un Jefe de área en Cortolima, donde claramente se nota que tiene “culillo” porque la campaña para la Gobernación de su jefe máximo Mauricio Jaramillo no anda bien, y por eso es importante asistir a las reuniones, dar la cuotica, hacer compaña y apoyarlo, porque de lo contrario no se volverán a ver las caras, como quien dice o “colaboramos con la causa o nos botan”.
El hecho de que esa grabación con tanto juicio y tino haya sido divulgada a través de un medio de comunicación televisivo y de cubrimiento nacional, logró su cometido. Echaron a Huepa, claro que los jefes salieron a los medios de comunicación a decir que había renunciado voluntariamente, no sin antes exaltarlo como un hombre bueno y trabajador, yo diría que despistado e ingenuo.
Afortunadamente y esperemos que no vaya a ser mentira, nos dicen los entes de control que investigarán a todos los que el señor Huepa mencionó, en una clara demostración de que estaba cumpliendo órdenes y siguiendo una línea de campaña. Como quien dice un grupito de servidores públicos, en abierta participación política. Tan queriditos.
Pero que nos digan algo nuevo, ese es el modus operandi de nuestra clase política, y a los pobres que les dan un puesto, al que no llegan por concurso de méritos, sino por concurso de lamboneria, les toca someterse y asumir solos las consecuencias.
Quisiera conocer a este personaje, para ver si hace lo mismo en la Alcaldía de Ibagué, porque allá si están repartiendo recursos, asignaron contratos, las insinuaciones son directas, respecto del candidato que apoya y financia la agónica administración de Luís H. Rodríguez. Allá la figura es CON TODO, es decir CON TOLEDO.
No nos alcanzamos a imaginar cómo será el trabajo, por ejemplo, de aquellos que han sido secretarios de despacho, pero renunciaron para apoyar irrestrictamente al candidato del jefe, cuando siguen dando órdenes y gestionando en su antiguo despacho, claro está con la sumisión y acompañamiento de todos los funcionarios de esa área. Ahí estamos frente a lo que podríamos llamar una democracia de estomago. Pacto de silencio, nadie dice, ni dirá nada, porque está en juego su contrato de trabajo o su OPS. Chévere un videíto con esas pruebas.
Lo que sí es cierto es que muero de curiosidad por saber, qué motivó a la persona que decidió grabar al pobre Huepa, que cayó redondito y de paso salpicó la campaña a la Gobernación del Tolima de su gran jefe, Mauricio Jaramillo, que tiene un jingle donde dice dará rejo a la corrupción, porque él es todo transparencia y honestidad, ay caramba estos políticos veteranos y mañosos, no por la edad, sino por las espuelas que tienen, para reírse de la gente y mantenerlos ingenuos en sus desgastados y desprestigiados partidos. Ese es el mensaje que pareciera transmitir con la generosa risa de sus vallas publicitarias.
Mauricio Jaramillo, sale de la tormenta para caer en el rayo, se divulgó otro lío con una sociedad familiar y los negocios de tierras e inmuebles que con tanta “solvencia política y empresarial” maneja en la ciudad. Ahora seguirá diciendo que son los enemigos, esos que no le perdonan el éxito y la vigencia en la política, los que le están haciendo la vida a cuadritos.
Solo espero que un señor como estos no llegue a la Gobernación del Tolima, lo mismo de siempre.