Muchos ibaguereños hemos crecido escuchando una frase popular en las busetas: “vecino, me deja en la esquina”. Esta mala costumbre es común y además ha trascendido por generaciones. Ante esta situación es frecuente ver cómo las personas han convertido los semáforos en paraderos, como si se tratara de los lugares indicados para acceder al servicio de transporte público.
Esto parece paradójico cuando se conoce que en la ciudad existen 342 paraderos. Estos lugares, por supuesto, son pocas veces utilizados por los ciudadanos quienes prefieren esperar la buseta en lugares que no están diseñados para este propósito.
Por ejemplo, por la carrera Quinta existen 70 paraderos distribuidos a ambos lados de la calle, pero los ibaguereños insisten en ubicarse en las esquinas.
Ante esto, se crea un desorden que afecta al resto del transporte público y a los vehículos particulares. Un caos que, al parecer, no le interesa a los ciudadanos que no quieren recorrer a pie algunos metros, sino esperar que los recojan y los dejen en la puerta de su destino.
Esto refleja que falta más cultura ciudadana. Los ibaguereños deben entender que este comportamiento no ayuda a agilizar la movilidad de la ciudad. Por el contrario, crea una congestión que puede ser prevenible.
Ciudades como Bogotá y Medellín ya han implementado sistemas de transporte público que usan exclusivamente los paraderos para que los usuarios esperen o se bajen de los buses en sitios específicos.