Huérfano. Así está el exsecretario de varios despachos en la Alcaldía de Ibagué, Jhon Esper Toledo, quien a la vista de todos ha recibido -abierta y descaradamente- el apoyo de la actual administración local. Se escucha en los pasillos de la sede de gobierno que “quien no esté alineado con éste candidato, no recibirá los beneficios de contratación, puestos o demás piruetas que se hacen con los “sagrados dineros” del erario público”. Ni hablar de los ofrecimientos económicos para tener periodistas alineados con la causa.
Después de la fatal noticia de que no habría consulta Liberal, la primera estrategia de Toledo era o es alcanzar el aval del partido de La U para ser el candidato oficial de esa colectividad. Detrás del ‘favorcito’ de La U estaría el representante a la Cámara, Jaime Yepes, a quien el alcalde Luis H. Rodríguez le entregó el moribundo Infibagué.
Lástima que sea a través de apetitos burocráticos y negocios personales y no de trayectoria personal y profesional, proyectos y programas, que se quiera alcanzar un aval.
Adicional a esto, desde ya los asesores de Todelo, que ojalá no vayan a ser los mismos de Luis H. Rodríguez, lo están disfrazando como militante del partido de la U. Tiene la paloma blanca y convoca dizque a un tercer foro por la paz. Pobre paz, ni un recinto académico se merece. El foro por la paz convocado por Toledo se hará en una discoteca (“La Tribu”, de un importante empresario) y un día sábado. Como quien dice después del foro vendrá fanfarria.
Ante este escenario es bueno aclarar que Jhon Esper Toledo no es militante, ni ha militado en el Partido de La U. Se dice que lo más probable es que no haya consulta abierta, porque La U quiere candidatos propios en capitales departamentales, por cuanto este partido tuvo la mayor votación en elecciones a Cámara de Representantes. En caso de darse una consulta cerrada, a ésta sólo asisten y participan los que porten la credencial de dicho partido. Tampoco clasifica Toledo.
Así las cosas, lo que se ha visto y palpado en los círculos políticos es que el gerente-empresario- político que desde hace casi cuatro años, mantiene cercanía con el Partido de La U, Pompilio Avendaño, es quien se ha echado al hombro en lo político-administro-financiero, varias elecciones para salvar credenciales, por ejemplo la del mismo Jaime Yepes.
Pompilio Avendaño Lopera, desde hace más de un año, viene anunciando en su círculo más cercano, su interés y compromiso de aspirar a la Alcaldía de Ibagué en calidad de militante del partido de La U, por eso espera obtener el aval.
El partido de La U, deberá cuidarse mucho de entregarle el aval a un candidato que resultaría funesto, frente a los retos y exigencias que demanda la ciudad, con el agravante de que se ve como el continuismo de una administración rajada por donde se la mire, porque las encuestas, las entrevistas, los sondeos, las mediciones y la percepción de todos y todas.
Como todos conocemos el peso y la fuerza de las maquinarias, sería muy triste que Ibagué mantuviera otros cuatro años de mala gestión, mediocridad y corrupción.
