Si a usted le cuesta conciliar el sueño en las noches, se despierta antes de la hora deseada o tiene un descanso inquieto y poco satisfactorio, tal vez le sean de utilidad alguna de las siguientes recomendaciones.
Cada vez es más común los problemas relacionados con el sueño en personas de todas las edades, por tal motivo, esta epidemia global está afectando la salud y calidad de vida de más del 50 % de la población mundial.
Entre tanto, estas perturbaciones del descanso se dan normalmente por casos puntuales de estrés o problemas cotidianos que puedan generar ansiedad y preocupación; pero de igual manera, también hay un importante número de personas que padecen graves complicaciones como lo es insomnio crónico o la apnea del sueño, para las cuales es necesario buscar ayuda profesional.
Cabe aclarar que no todos los casos son iguales, por lo tanto, varían dependiendo de los hábitos de alimentación y comportamientos diurnos y nocturnos de los individuos.
Según el doctor Kirk Watkins del Centro Médico de Trastornos del Sueño de St. George, Estados Unidos, es imprescindible dejar de dormir las suficientes horas, de 7 a 8, para mantener una aceptable salud física y mental. Y también hace énfasis en tres sencillos consejos para dormir:
Hacer del dormitorio un lugar óptimo para descansar:
Siempre se debe mantener la habitación fresca y aireada, “debemos procurar que el dormitorio sea un lugar oscuro y tranquilo que ofrezca las mejores condiciones para conciliar el sueño” indica Watkins. Lo recomendable es no tener dentro de la alcoba ningún tipo de distractor que pueda mantenernos en estado de alerta, como el televisor o el celular, los cuales pueden crearnos un ambiente pesado para el descanso.
La calidad del colchón, la almohada o la ropa de cama que tengamos juega un papel fundamental; pero aparte de la comodidad, también es fundamental el buen estado e higiene de estas.
Asimismo, se debe de lavar cada tres meses la almohada para evitar que se convierta en foco de ácaros y bacterias; en cuanto a los tendidos de cama y sábanas, lo recomendable es cambiarlos y lavarlos todas las semanas, y el colchón debe ser aireado y sacudido cada seis meses.
Establezca una rutina antes de acostarse:
Tener un patrón rutinario para antes de ir a la cama nos será muy útil, para que mente y cuerpo, se vayan preparando para el momento del descanso.
Si usted practica algún deporte o actividad física exigente, es recomendable no realizarla pocas horas antes de acostarse. De igual manera, tenga en cuenta qué alimentos debe evitar ingerir (carbohidratos, cafeína o el alcohol), ya que una digestión pesada puede causar una mala noche.
Entre tanto, practicar la meditación, reflexionar sobre lo que se ha hecho en el día o elaborar una lista mental con las cosas que queremos hacer al día siguiente, nos ayudará a estar más tranquilos y a relajar mente y cuerpo.
Duerma el mismo número de horas cada noche:
Estudios recientes recomiendan dormir entre siete y ocho horas cada noche, aunque hay excepciones con personas que solo necesitan cuatro horas de sueño. Por ende, debemos establecer nuestra media personal de horas de descanso diarias y tratar de no saltárnosla ya que, de lo contrario, arrastraremos el cansancio acumulado por esa falta de sueño durante los días posteriores.
La sobrecarga de trabajo, problemas familiares y otras preocupaciones pueden conducirnos a dormir menos en determinadas épocas, por ende, procure desligar sus problemas a la hora de ir a la cama a descansar.
Fuente: El Confidencial