El Teatro Tolima es hoy en día uno de los lugares más emblemáticos de Ibagué. Es el escenario de múltiples encuentros musicales y teatrales a lo largo de todo el año. En su estructura se conserva la memoria de la ciudad, pues a lo largo de más de cien años este sitio ha definido la agenda cultural ibaguereña.
Al estar ubicado en pleno centro de Ibagué, el Teatro Tolima es una más de las edificaciones que fueron moldeando el desarrollo de la ciudad. Dado que sus puertas están sobre la carrera Tercera, este escenario histórico es un paso obligado para los ibaguereños y turistas.
Por supuesto, el Teatro es uno de los bienes más preciados del Departamento. Conocer la historia de este monumento es acercarse a la Ibagué del siglo XX. Al ser un lugar donde confluyen los habitantes de la ciudad, es posible rastrear tanto los gustos como las costumbres de los ibaguereños a lo largo de la historia.
El pasado
La arquitectura colombiana del siglo XX se distingue a partir de dos grandes periodos: uno que va hasta la década del treinta, caracterizado por un estilo republicano, y otro posterior, que se conoce por su marcado estilo moderno. De tal manera, los nuevos arquitectos, formados tanto en el país como en el exterior, fueron demarcando la imagen de las ciudades.
Arturo Jaramillo, un importante arquitecto colombiano recordado por sus diseños del Santuario del Señor Caído y el Cerro de Monserrate, se reunió en 1915 con Roberto Torres. Este último había comprado en Ibagué un terreno entre las calles 11 y 12, con el fin de construir un teatro.
Debido al fuerte influjo del purismo neoclásico en la obra de Jaramillo, el diseño inicial del teatro se planteó desde un estilo francés, eso es, «con palcos separados y una capacidad para ciento veinticinco personas y una galería popular integrada», según refiere Carlos Emilio Díaz, director artístico del Teatro Tolima.
Así pues, el Teatro Torres fue fundado en 1915. Durante ocho años fue el lugar preferido por las élites de la ciudad para enterarse de las nuevas tendencias artísticas. Ya en 1923, el Teatro fue remodelado para presentar tanto cine silente como escenas de teatro y zarzuelas internacionales.
«En el año 1926, el Departamento adquiere el Teatro Torres mediante la ordenanza 042 del treinta de abril de 1926 y escritura pública No. 327 del diecinueve de mayo del mismo año, denominándolo Teatro Departamental», señala el funcionario.
Posteriormente, en el año 1938, bajo la gobernación de Mariano Melendro (1938-1942), se erigió en ese mismo sitio el Teatro Tolima. Los diseños fueron hechos por la firma Cuellar Serrano Gómez y fueron dirigidos por el ingeniero italiano Antonio Bernardi, gran impulsor de la renovación arquitectónica en las regiones del país.
A partir de entonces, el Teatro Tolima se ha convertido en un espectador más de la historia reciente de la ciudad. Alrededor de él se han erigido otras estructuras como el Banco de la República y la Biblioteca Darío Echandía, las cuales constituyen hoy en día un importante eje arquitectónico de Ibagué.
Monumento nacional
Debido a su belleza arquitectónica y la importancia para el Departamento, el Teatro Tolima fue declarado monumento nacional mediante el decreto 0708 del diecisiete de abril de 1996, durante el mandato de Francisco Peñaloza (1995-1997).
Fue ahí cuando se iniciaron los estudios y trabajos de remodelación del Teatro Tolima. Lo que se pretendía era una actualización del escenario para la presentación de eventos escénicos. Además, el edificio fue dotado con una infraestructura capaz de acoger las tecnologías existentes para la época.
Así las cosas, el dieciocho de julio de 1997 se reinauguró el nuevo Teatro Tolima. Para ese entonces, el escenario se mantenía a la vanguardia de los grandes teatros del país. Su remodelación permitió que se ampliara la capacidad de espectadores, llegando a un total de 1002 asistentes.
El presente
Para conocer acerca del estado actual de este monumento nacional, ELOLFATO.COM se contactó con Carlos Emilio Díaz, el hombre detrás del Teatro Tolima. Él ha sido director artístico desde hace dieciocho años, justamente desde la reinauguración del escenario cultural.
ELOLFATO.COM: ¿Qué entidad se encarga de mantener en buen estado el Teatro Tolima?
Carlos Emilio Díaz: Esto pertenece a la Gobernación del Tolima. Antes se manejaba como el Instituto Tolimense de Cultura, que era una entidad independiente como la Fábrica de Licores del Tolima, que tiene su propio presupuesto. Pero eso se liquidó y quedó la Dirección de Cultura Departamental. Ahí el Teatro quedó suelto. Por eso cuando se reinauguró el escenario la Secretaría de Cultura se trasladó aquí, pero para definir la programación.
ELOLFATO.COM: ¿Y quién se encarga administrativamente?
Carlos Emilio Díaz: Esto necesita de mantenimiento. Necesita de recursos. Eso lo hace la Secretaría Administrativa del Tolima.
ELOLFATO.COM: ¿Considera que los recursos son suficientes para el sostenimiento del Teatro?
Carlos Emilio Díaz: No, nunca. Primero, el Teatro no tiene recursos propios. No existe un rubro que se llame Teatro Tolima de donde uno pueda sacar para comprar una puerta. Esto se maneja como los edificios de la Gobernación. Es la Secretaría Administrativa la que tiene que velar porque los bienes inmuebles estén en buen estado. Acá siempre hay que pedir siempre que arreglen algo.
ELOLFATO.COM: ¿Cada cuánto se le hace mantenimiento al Teatro?
Carlos Emilio Díaz: «Cada año, al finalizar la temporada, hay que dejar descansar al Teatro. Este es un edificio viejo que sufre con tanto uso: pisos, baños, techos. Siempre se hace un plan en febrero para que se haga mantenimiento».
ELOLFATO.COM: ¿El Teatro Tolima necesita alguna reparación urgente?
Carlos Emilio Díaz: Posiblemente se necesite una gran inversión para el techo. El que tenemos se ha reparado una o dos veces desde hace dieciocho años. Hay que hacer un recubrimiento con una capa de polietileno especial que evita el ruido cuando llueve y aísla la temperatura y el sonido.
ELOLFATO.COM: ¿Y qué ha dicho la Gobernación?
Carlos Emilio Díaz: Nosotros hemos hecho las recomendaciones. Del techo y el aire acondicionado. Aquí se hicieron los estudios, pero no hay plata. Entonces toca seguir haciendo mantenimientos.
ELOLFATO.COM: ¿Cuántas personas trabajan en el Teatro?
Carlos Emilio Díaz: Tres. Yo y dos técnicos. Generalmente un Teatro debe tener cinco técnicos. Aquí se acostumbraron a que con eso basta. También solo contamos con una aseadora para todo el lugar.
Pese a las dificultades económicas, el Teatro Tolima no ha dejado de ser uno de los principales centros de la cultura tolimense. La oferta cultural para los ibaguereños es variada y atractiva. A lo largo del año, el Teatro presenta aproximadamente ciento diez eventos entre comerciales, públicos y culturales.
ELOLFATO.COM: ¿Cuáles son los eventos más representativos del Teatro Tolima?
Carlos Emilio Díaz: Aquí presentamos un concierto del Conservatorio cada mes. Tenemos el Festival de Cuentería, el Festival de Duetos, el Festival de Escuelas de Teatro, el Festival de Música Sacra, el Festival de Jazz y, por supuesto, el Festival Folclórico Colombiano.
ELOLFATO.COM: ¿Cuál es el evento que atrae más gente?
Carlos Emilio Díaz: El humor. Sobre todo los stand up comedy, pero depende de quién sea el artista.
ELOLFATO.COM: ¿Qué retos se vienen para el Teatro Tolima?
Carlos Emilio Díaz: A corto plazo, tenemos que hacer los mantenimientos. Este año va a ser complicado porque no hay plata y empieza un nuevo gobierno. Aunque Barreto ya ha estado aquí, pero hay que empezar a ajustar una dotación. Necesitamos luces, cosas para el Teatro.
Por supuesto, el Teatro Tolima debe mantenerse como uno de los principales gestores culturales del Departamento. Es indispensable que las autoridades departamentales aumenten los esfuerzos para brindarle a este monumento nacional lo que requiera. El Teatro Tolima es de todos y es importante mantenerlo estable, tanto financiera como estructuralmente.