Cuando Héctor Borja vio a sus diez años una película sobre artes marciales, seguramente de Bruce Lee, de inmediato supo que dedicaría su vida a practicar el hapkido. La disciplina y exquisitez de dicha práctica japonesa lo maravilló a tal punto que hoy en día es el principal exponente de las técnicas de combate oriental en el Tolima.
Lo que empezó siendo una pasatiempo terminó por ser su estilo de vida. Por eso, los hábitos positivos que aprendió por medio de las artes marciales decidió enseñarlos a otras personas; ello con el fin de ofrecer en la ciudad una disciplina cultural que brindara un bienestar físico, mental y espiritual para todos los ibaguereños interesados en la cultura de Oriente.
La energía está en ti
En consecuencia, el maestro Borja resolvió transmitir su experiencia por medio de una academia para la práctica de disciplinas japonesas. Fue así como en septiembre de 1.979 fundó la primera escuela de artes marciales en Ibagué y que decidió llamar Sun-Tai, homónimo de una proposición oriental que significa ‘la energía está en ti’.
Aprendió de dos grandes maestros: Akira Itsumo, con quién entrenó durante cuatro años hasta alcanzar el cuarto Dan en 1983; y Hyun Kyu Lee, de quien aprendió no solo el valor de la disciplina, sino también la sabiduría para afrontar las peripecias del futuro.
Y es que el maestro Borja no solo comenzó a difundir las artes marciales, sino que también creó su propia disciplina denominada ‘hapkitaido’, el cual tiene sus bases en el hapkido, con un componente físico y mental en el que se insta a descubrir el potencial interior de cada uno de los aprendices.
Según el maestro Borja, es importante resaltar que “no se trata de un deporte, sino de un arte, esto quiere decir que aquí no se compite contra otros, sino con uno mismo”. Por tal motivo, en esta practica no hay perdedores, todos son ganadores.
Las artes marciales, su gran pasión
Por su escuela han pasado gran cantidad de estudiantes que a la par de sus ocupaciones diarias y su profesión han dedicado tiempo para avanzar en este camino del ‘hapkitaido’. Empresarios, médicos, abogados y hasta coroneles del ejército han sido aprendices del maestro Borja.
Hoy cuenta con gran alegría cómo algunos antiguos alumnos ahora llevan a sus hijos al programa ‘Pequeños saltamontes’ para que se inicien en esta arte marcial.
El maestro Borja es actualmente cinturón negro séptimo Dan; este nivel lo ha alcanzado gracias a los 46 años en los que se ha dedicado a ascender en su rango y aprender sobre otras técnicas chinas como la acupuntura y el masaje bioenergético.
Ha recibido numerosos reconocimientos a nivel local otorgados por el Concejo de Ibagué y la Asamblea del Tolima. Además, es miembro élite del consejo superior de los grandes maestros de maestros y miembro emérito e inmortal en el salón de la fama de la Budokai internacional, una organización que se encarga de promover las artes marciales por el mundo.
Para niños y adultos
Es importante resaltar que la escuela Sun- Tai busca que tanto niños como adultos se sientan atraídos y afiancen su experiencia en esta práctica. Y es que el ‘hapkitaido’ tiene como esencia una serie de valores que incluyen la disciplina, la honradez, el bienestar y el autocontrol.
Estas enseñanzas son transmitidas en la niñez, pero también se afianzan en la adultez. Es por este motivo que el maestro Borja no solo dedica su tiempo a los más pequeños, con el fin de que aprendan a tener una adecuada actitud frente a la vida, sino que ofrece programas para jóvenes y adultos que deseen aprender a controlar sus emociones, reducir los niveles de estrés y aumentar la capacidad defensiva, es decir, aprender sobre defensa personal.
Este programa es sobre todo requerido por mujeres y jóvenes que sufren de matoneo en sus colegios. Para el maestro Borja, “no se trata de ir a agredir al otro o herirlo, sino de no permitir que nos hagan daño”. Según él, los alumnos que llegan con este tipo de preocupaciones adquieren confianza y seguridad, dos actitudes que son fundamentales al momento de evitar una situación de riesgo.