Muchos padres acostumbran a darle de desayunar a sus pequeños hijos alimentos ultraprocesados o bebidas azucaradas. De hecho, en muchos hogares de Colombia el cereal es uno de los platos preferidos por los pequeños para iniciar el día, así como los jugos a base de productos naturales con endulzantes artificiales.
Este tipo de alimentos, además de tener altos niveles de azúcar, están acompañados por glutamato monosódico, un aditivo comúnmente empleado por la industria de alimentos para potenciar el sabor, que a nivel fisiológico tiene efectos neurotóxicos y está asociado con la obesidad.
Según estadísticas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), cada colombiano está consumiendo a lo largo de su vida un promedio anual de 92 kilogramos de productos procesados. Teniendo en cuenta que seis de cada diez niños reciben una alimentación inadecuada este es el resultado. (Ver: Niños “digitales” se enfrentan a problemas físicos y mentales desde temprana edad)
Cifras que comparadas con los datos de la Encuesta Nacional de Situación Nutricional (Ensin 2015), que señalan que solo tres de cada diez niños recibieron lactancia materna exclusiva, se convierten en un indicador que debería encender las alarmas al quedar en evidencia que la mayoría de la población infantil se alimenta con productos comestibles ultraprocesados.
Otro dato que debería llamar la atención de los padres y llevarlos a reiniciar la dieta que les ofrecen a sus hijos, es proporcionado por el Dane y hace hincapié en que el 71 % de la población de cuatro años o más está acostumbrada a consumir bebidas azucaradas o endulzadas, cifra que incrementó hasta alcanzar un 85 % entre jóvenes de los 14 a los 18 años.
Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) propuso como una posible solución a esta situación gravar con impuestos las bebidas endulzadas, el proyecto de ley que se presentó ante el Congreso para tal fin en 2016 terminó hundiéndose ante la fuerte presión de grupos y gremios económicos. (Ver: Usar la tecnología a la hora de acostarse podría significar niños con más peso)
Medidas como etiquetar estos productos con una advertencia fácil de leer sobre su contenido también se han quedado a medio camino, junto con la promoción de la lactancia materna o la intervención de comedores escolares, además de la necesidad de intervenir con mayor eficacia la publicidad de productos ultraprocesados.
La invitación es a que usted no espere a que el Gobierno y la industria tome cartas en el asunto y empiece a brindarle una alimentación sana y balanceada a su familia.
*Con información de Unimedios