Un presunto caso de tráfico de influencias fue denunciado al interior de la Secretaría de Hacienda de Ibagué. El jefe de esta cartera, Juan Espinosa, decidió contratar con su amigo personal Santiago Romero, propietario de la empresa León Gráficas, una costosa bodega en el centro de la ciudad para habilitarla como una sede alterna de la Oficina de Cobro Coactivo.
Se trata de un predio de 427 metros cuadrados, ubicado en la carrera Sexta entre calles 13 y 14, que no ofrece condiciones mínimas de ventilación ni de iluminación natural, y por el que la Alcaldía de Ibagué paga mensualmente $21.240.000.
En total, el contrato de arrendamiento se hizo por $127.440.000 y tiene un plazo de ejecución de seis meses. (Ver: Contrato de arrendamiento con León Gráficas)
En esta antigua bodega de la empresa León Gráficas trabajan por lo menos 40 contratistas, quienes se quejan por las altas temperaturas que tienen que soportar debido al encerramiento de este inmueble.
“Esto parece un galpón. No hay ventilación natural, porque no hay ventanas. Apenas tenemos el aire que entra por la estrecha puerta de la bodega y unos ventiladores que nos puso el contratista”, dijo una de las afectadas, quien exigió no ser identificada por temor a represalias.
Llamativa manera de seleccionar al contratista
Este medio de comunicación buscó en el portal de contratación del Estado (Secop) los estudios previos del llamativo proceso, pero en esta plataforma solo estaban publicados el Certificado de Disponibilidad Presupuestal (CDP) y la minuta del contrato, nada más.
Ante esta irregularidad, nos comunicamos con el secretario de Hacienda, Juan Espinosa, para preguntarle por qué no era pública esta información. El funcionario revisó el caso, pese a estar en vacaciones, y minutos más tarde adjuntaron el análisis del sector y la justificación para contratar la bodega de León Gráficas.
Al leer los documentos disponibles, encontramos que la Alcaldía de Ibagué no requirió -por ejemplo- a las inmobiliarias de Ibagué para pedirles que ofertaran oficinas disponibles, sino que buscaron “un perito” para que recomendara un predio en el centro de la ciudad, y él sugirió que contrataran el inmueble del amigo del secretario.
Ese estudio exprés soportó la decisión y en los estudios previos aparece la siguiente conclusión: “Se hace necesario el arrendamiento de un inmueble ubicado en la carrera 6 # 13 – 63/67 de la ciudad de Ibagué, para el funcionamiento de la oficina de gestión de recursos, de igual manera para dar respuesta oportuna a las peticiones, quejas, reclamos y requerimientos de los ciudadanos y la comunidad ibaguereña”. (Ver: Estudios previos)
Así justificaron el alto costo del arrendamiento
Fuentes de la Secretaría de Hacienda de Ibagué revelaron que la estrategia que habrían montado Espinosa y Romero, para fijar el elevado costo de esta bodega, fue que el contratista debía ofrecer los equipos de cómputo, el mobiliario y el servicio de Internet, entre otros recursos tecnológicos.
En el contrato aparece consignado que el arrendatario ofrece: 30 megas de Internet, cancela las facturas de los servicios de energía y agua potable, entrega 40 puestos de trabajo: 30 computadores con procesador Intel core i3 y siete equipos con procesador Intel core i5, y proporciona una impresora multifuncional, entre otros equipos.
“Todos esos son los equipos que dejó de usar Santiago Romero en León Gráficas, cuando inauguró su moderno edificio, y ahora le arrienda esto de segunda a la Alcaldía de Ibagué”, dijo otra de las contratistas consultadas.
Este medio de comunicación quiso ingresar a la bodega, para validar esta información, pero el secretario de Hacienda, Juan Espinosa, no lo permitió. “Eso es con la interventora del contrato, Martha Ascencio, la directora del Grupo de Tesorería”, expresó el funcionario vía telefónica.
Lo que sí se pudo observar, desde la puerta de la bodega, es que los escritorios parecen de segunda y las sillas también. Algunas son plásticas, de la marca Rimax.
Las versiones de Romero y Espinosa
El secretario de Hacienda, Juan Espinosa, y Santiago Romero tienen una reconocida relación de amistad, asisten a sitios de entretenimiento nocturno y es fácil encontrarlos juntos almorzando en el restaurante Altavista, otro negocio del empresario Romero.
Eso ninguno de los dos lo desmiente, pero ambos sostienen que su relación personal no tuvo nada que ver en este negocio.
“Conozco a Juan Espinosa hace más de 6 años y no tiene que ver una cosa con la otra. Conocer personas en Ibagué no es difícil porque se brindan los espacios políticos, comerciales y culturales”, aseguró el propietario de León Gráficas.
En el mismo sentido se refirió Espinosa: “Eso (la amistad) no tiene ninguna relación con el asunto”.
Lo que no pudieron explicar es cómo se enteró Santiago Romero que la Secretaría de Hacienda de Ibagué necesitaba arrendar una bodega en el centro de Ibagué para convertirla en una sede de Cobro Coactivo.
Según el arrendatario, su predio se ajustaba al requerimiento por “la necesidad de la ubicación cercana al Igac (Instituto Agustín Codazzi). Debían trasladar documentos, personal y archivos físicos de su sede principal a las instalaciones temporales para ejecutar el convenio de conservación con la Alcaldía. Dado que el convenio del Igac fue firmado con la Secretaría de Hacienda, ellos conocieron las instalaciones y la Dirección de Tesorería requería personal para adelantar funciones propias.”.
Esa justificación no aparece en los estudios previos del contrato, pero es la versión que entregó Romero.
A todo lo anterior, se suma un ingrediente particular. «Cuando llegan las cuentas de León Gráficas, la orden del Secretario de Hacienda es sacárselas el mismo día«, informaron las mismas fuentes de esa dependencia.