La problemática de la organización del Festival Folclórico 2018 va más allá del pleito de la contratación y refleja un problema estructural de sus propios organizadores. Esto deja una pregunta en al aire respecto a qué cambios se deberían implementar para contar con un mejor ordenamiento en el futuro. (Ver: Alcaldía de Ibagué adjudicó contrato de las fiestas a GSL)
EL OLFATO habló con el presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Ibagué, Luis Alfredo Huertas, para conocer la posición de este gremio sobre la preocupante situación del festival, a lo que el dirigente gremial comentó que “es un muy buen momento para hacer un pare y piense. Creo que se tiene que hacer una reingeniería a la Fundación”. (Ver: Los secretos de la licitación exprés de las fiestas de junio)
Esta apreciación está basada en el difícil momento financiero que viene afrontando la fundación desde su participación en el contrato del alumbrado navideño de 2016.
“Personalmente creo que se equivocaron haciendo un tema que no tenían por qué hacer, se alejaron de su core business (objetivo principal), pero fue una decisión en su momento de ellos y es respetable”, señaló.
Por otro lado, Huertas manifestó que fue un error por parte de la Alcaldía dejar en manos de la Corporación la total organización de esta importante festividad durante tantos años, cuando debió ser un “compromiso de las instituciones”.
A modo de ejemplo, precisó que durante años la Corporación fue el jugador estrella del equipo de fútbol local y que ante su lesión, los alumbrados, el caos se apoderó de la situación.
“Uno en un equipo de fútbol no puede tapar y meter goles al mismo tiempo porque corre el riesgo de ser goleado. Eso es lo que nos está pasando, tenemos un solo jugador y este jugador se lesionó”, explicó.
¿Cómo debería funcionar la Corporación?
Huertas cree que la responsabilidad que recae en ellos con la organización del Festival Folclórico debería estar en manos de instituciones y no personas, proponiendo una organización entre instituciones públicas, gremios económicos y empresas que pueden encontrar un interés particular en las fiestas y, por ende, un motor para sacarlas adelante.
“Deberían estar los empresarios que hacen conciertos, el Club Campestre, entre otros (…) Por ejemplo, el Conservatorio de Música y la Fábrica de Licores del Tolima que pueden aportar desde perspectivas tanto comerciales como culturales”, señaló al mencionar que así funcionan los festivales en diferentes regiones del país. (Ver: Gobernación también está improvisando con las fiestas de junio: diputado Jairo Forero)
Retomando la importancia del motor público, declaró que, como complemento institucional, la Secretaría de Cultura debería ser el apoderado del festival.
Es importante señalar que el dirigente gremial no está proponiendo acabar con la entidad, porque como él mismo dice: “Sería ilógico botar a la caneca y acabar con la experiencia de una corporación. Independiente que hubieran podido hacer las cosas mejor o peor, hay que salvarle su recorrido. Hay cosas muy buenas para resaltar”.
Por esta razón es que la propuesta de la Cámara de Comercio se enfoca en solucionar los problemas de raíz en aras a la continuidad de una festividad tradicional que es tan importante para los ibaguereños.