En medio de los buenos resultados que viene obteniendo el Deportes Tolima en la Liga Águila II, y que lo tienen muy cerca de jugar su segunda final consecutiva, sus aficionados recibieron una mala noticia.
El equipo no podría jugar la Copa Libertadores el próximo año porque la licitación que adelantaba Infibagué, para contratar la instalación de la nueva iluminación del escenario deportivo, fue declarada desierta.
Las propuestas presentadas por los oferentes Sercosum S.A.S de Bogotá y la Unión Temporal Manuel Murillo Toro de Medellín fueron rechazadas. La primera firma salió rápidamente del proceso porque no cumplió ningún requisito jurídico, técnico y financiero, y tampoco aportó la póliza de seriedad de la oferta.
El segundo interesado, la Unión Temporal Manuel Murillo Toro, avanzó en la licitación, pero al final no subsanó requisitos técnicos indispensables como la certificación Retilap avalada por el Organismo Nacional de Acreditación de Colombia, Onac, exigida en el pliego de condiciones.
La intención de Infibagué era invertir $ 6.983 millones en la modernización de la iluminación del estadio Manuel Murillo Toro, escenario deportivo que presenta muchas dificultades para la transmisión de partidos nocturnos, advertencia que siempre hacen los periodistas de los canales de televisión.
Buscan plan B
El equipo jurídico Infibagué estudia alternativas jurídicas para contratar la iluminación del estadio Manuel Murillo Toro y no se descarta que, ante la importancia del torneo internacional, opten por adjudicar el proceso de manera directa.
La otra idea es iniciar una nueva licitación, pero eso afectaría los tiempos que tenía el Instituto para cumplir el compromiso que existe con el Deportes Tolima. En este escenario, el onceno pijao no jugaría en la ciudad la fase de grupos, en el primer semestre de 2019.