La luna de miel del alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo con el Concejo de Ibagué llegó a su fin y muchos pronostican que esta ruptura política sería duradera.
Ni la fiel e incondicional bancada Liberal (el partido de Mauricio Jaramillo, hermano del Alcalde) está respaldando las iniciativas del ejecutivo. Eso lo dice todo.
Seis concejales que integraron la diluida coalición de gobierno le dijeron a EL OLFATO que la armonía entre la administración de Jaramillo y el Concejo Municipal se rompió por la controversia pública que generó el escándalo del impuesto predial, las diferencias por el cobro del impuesto de Industria y Comercio para los profesionales independientes y el retiro de varios proyectos transcendentales como el que fijaba las obras que se financiarían con el cobro de valorización. (Ver: Jaramillo retiró el proyecto que definía obras que se construiría a través valorización)
“El alcalde y sus funcionarios no aceptan la crítica. Si desde el Concejo se hacen observaciones a los proyectos que quedaron mal presentados, ellos de inmediato asumen que uno es enemigo del gobierno y así es muy difícil. Esta administración no tolera que el Concejo haga críticas y mucho menos control político”, dijo uno de los concejales consultados por esta redacción, quien prefirió no ser identificado precisamente para evitarse retaliaciones por parte de la administración local.
William Rosas, presidente del Concejo de Ibagué, admitió que existe tensión política y aseguró que hay poco interés en reestablecer las relaciones de parte y parte.
“Hoy por hoy el alcalde no tiene mayorías; prueba de ello es que hay 15 proyectos en trámite y nadie se ha interesado en ser ponente. Y estamos a menos de ocho días de concluir este periodo de sesiones, lo cual significa que esas iniciativas se hundirían”, dijo William Rosas, presidente de la corporación.
Otro de los concejales dijo que a las diferencias políticas se suma el maltrato de algunos secretarios de despacho, quienes “son displicentes y groseros” con los integrantes de la corporación. (Ver: Con moción de censura concejal Linda Perdomo pide la salida del Secretario de Planeación)
“Nosotros como concejales somos representantes de las comunidades y servimos, muchas veces, de puente con la Alcaldía de Ibagué. Pero en esta administración encontramos un trato displicente y grosero. Los secretarios muchas veces ni contestan al teléfono. Hay una actitud arrogante. A veces pensamos en que como el Alcalde los trata mal, ellos creen que pueden tratar mal a todo el mundo”, afirmó otro de los cabildantes.
Sin embargo, no todos los integrantes del Concejo de Ibagué creen en que la ‘pelea’ con el alcalde Jaramillo es irreconciliable. “Esto es una pataleta. Esperemos que levanten la ley de garantías y que Jaramillo les siga repartiendo contratos, y verá que la armonía vuelve”, sostuvo otra fuente.
En campaña, Guillermo Alfonso Jaramillo aseguró que las relaciones con el Concejo de Ibagué no estarían mediadas por contratos y puestos, pero fue solo una promesa de campaña.
Desde que inició el gobierno, Jaramillo delegó en la Secretaría de Apoyo a la Gestión la tarea de ‘aceitar’ las maquinarias en el Concejo de Ibagué y desde esa cartera se tramitan todos los ‘compromisos’ para mantener las buenas relaciones políticas.