Se trata de una importante iniciativa si se tiene en cuenta que el aluminio tarda en degradarse de 350 a 500 años; además, la fabricación de este tipo de envases consume 95 % más energía que cuando se elaboran con productos reciclados. Por eso, reducir la contaminación por el uso de latas de aerosol es un reto para la tecnología.
Con ese propósito, estudiantes de Ingeniería Mecatrónica, Mecánica y Química de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), iniciaron el diseño de un mecanismo para reutilizar cualquier envase en aerosol. Este consiste en una válvula que se ubica en la parte inferior del recipiente.
La iniciativa es uno de los resultados del Taller de Proyectos Interdisciplinarios (TPI) de la Facultad de Ingeniería de la U.N.
El estudiante Sebastián Cepeda, afirma que “nos centramos en envases de desodorantes porque a partir de una encuesta que hicimos en la Universidad encontramos que este es uno de los productos que más se consumen en las latas de aerosol”.
Con su diseño, basta con adaptar una válvula tipo aguja, que se mantiene adherida a la lata gracias a un fijador industrial, cuyo procedimiento podría automatizarse de forma sencilla, de tal manera que se garantice su funcionalidad y capacidad de soportar presiones de hasta 60 libras por pulgadas, tal como se establece en los estándares internacionales para este tipo de productos.
“Una vez se ha reciclado la lata, se practica un orificio en la parte inferior con el fin de introducir la válvula, para luego sellar y garantizar su adherencia con una resina epóxica”, precisa el estudiante Camilo Dueñas, de Ingeniería Mecatrónica.
Debido a que la aguja impide que la lata se pueda sostener en su base, el sistema está complementado por una base removible que permite usar la lata en forma normal.
El proceso es tan sencillo que incluso se podría hacer con una bomba corriente de bicicleta, aunque en una fase posterior se espera usar un compresor con el fin de acelerar el proceso, de tal manera que el aire y el producto se introduzcan en la lata de forma simultánea.
Aunque en la actualidad solo se ha recargado alcohol, se podrían recargar grasas, aceites, pinturas y lacas.
“Hasta ahora hemos hecho pruebas de hasta cuatro recargas, aunque consideramos que podrían ser más. Todo depende del cuidado que tenga el usuario y de las precauciones como evitar que la lata se caiga”, puntualiza el estudiante Dueñas.
La posibilidad de hacer las cuatro recargas en la misma lata tendría entre sus principales resultados un ahorro que los estudiantes estiman en 500 pesos por cada compra.
En tal sentido, se prevé que en una fase posterior del proyecto se pueda disponer de una máquina en lugares como supermercados y grandes superficies, con el fin de que los usuarios puedan hacer sus recargas sin recurrir a intermediarios.
Cuando la lata no pueda soportar más recargas, los estudiantes tienen como objetivo garantizar hasta 10 en el mediano plazo, se espera que el envase sea entregado en los puntos de recarga para que se proceda al desmonte de piezas con el fin de reciclarlas para fabricar más latas, o desecharlas en forma apropiada.
Fuente: Unimedios.