Jorge Montealegre tenía apenas 4 años cuando una erupción del Nevado del Ruiz arrasó con Armero el 13 de noviembre de 1985.
En ese entonces, él vivía con su hermano y sus padres en una casa en pleno centro del pueblo, que desapareció por la fuerza del lodo que bajó de la montaña.
Pero aquel día, una discusión familiar los llevó a él, a su madre y a su hermano a pasar la noche en la casa de su tía, en el barrio El Carmelo. Lo poco que Jorge recuerda de aquellos momentos son pequeños fragmentos de escenas trágicas, particularmente de lo que pasó en la noche.
“Al frente de la casa de mi tía había una camioneta y cuando la avalancha llegó nos montaron a los niños en ella. La corriente de agua y lodo fue tan fuerte, que rompió el portón y empujo la camioneta encima de otro carro y de ahí nos subimos al techo de la casa. Al frente había árboles de mango y otras casas y, pese a lo oscuro de la noche, noté que de un momento a otro todo desapareció”, narra Jorge.
Mientras tanto su padre, que también se llama Jorge, hacía todo lo posible para sobrevivir colgado de los cables de energía afuera de su casa, en el centro de Armero, donde más duro golpeó la avalancha. Toda la familia se salvó de morir en la tragedia y al día siguiente tuvieron que empezar una nueva vida desde cero.
Ellos no fueron ajenos a la diáspora de armeritas que se fueron a rodar por el mundo. Vivieron diez años en Lérida y luego viajaron a Estados Unidos. Jorge estudió publicidad, video y fotografía en el School of Visual Arts.
Esporádicamente volvía a Colombia, pero no pasaba por Armero. Sin embargo, siempre sintió que debía reconstruir su pasado.
Hace unos seis años decidió regresar y cuando empezó a caminar de nuevo por el pueblo abandonado y en ruinas se animó a contar lo que pasó. Siguió frecuentando Armero con una grabadora y una cámara pequeña en las que registró todo lo que investigaba hasta que encontró material suficiente para hacer un documental.
Se demoró un año y medio desarrollando el proyecto y el próximo 13 de noviembre hará la premier en el Teatro Bolívar, en pleno centro de Armero. Los armeritas serán los primeros en ver las siete historias que aparecen en el documental ‘Raíces del olvido’.
El video cuenta cómo sobrevivieron y cómo han sido sus vidas después de la tragedia.
Uno de los personajes es ‘Pateque’, habitante del barrio Protecho. ‘Pateque’ se había ganado ese apodo porque solía usar zapatos blancos y por eso le decían ‘Patequeso’, pero el sobrenombre fue abreviado y quedó, simplemente, ‘Pateque’.
Él tenía un camión y el día de la tragedia su vehículo se convirtió en una suerte de arca de Noé. Cuando llegó la avalancha, sus vecinos se subieron al carro y flotaron en él, como navegando en el lodo. Algunos se cayeron y murieron, pero los que se pudieron aferrar al camión de ‘Pateque’ salvaron sus vidas.
Otro personaje es Jorge Montealegre, el papá del documentalista. Jorge padre era piloto, fue pionero en la fumigación en Colombia y solía ser arriesgado. Cuando piloteaba avionetas hacía peripecias pasando entre cables de luz. En la prensa se han referido a él como el ‘capitán Montealegre’, pero Jorge, el hijo, lo menciona en el documental como ‘Montini’.
“Siempre me pareció que mi papá era un buen personaje y que tenía una historia tremenda. Por eso quise hacerle un homenaje en el documental”, cuenta Jorge hijo, sin adelantar mayores detalles de lo que mostrará en la premier.
En el documental también aparece la historia de una joven que tenía 4 años para el día de la tragedia. Ella perdió a su padre y sufrió lesiones en una pierna que casi no puede mover, pero superó las dificultades y ahora es una destacada abogada.
En el video aparece también una joven que sufrió el tormento de perder a una de sus parientes que, por fortuna, encontraron después.
Otro de los personajes, Maria del Pilar Quesada, no corrió con la misma suerte. A ella la rescataron viva junto con sus hijos, pero la subieron a un helicóptero sin los niños. Jamás volvió a tener noticias de ellos y todavía sueña con verlos otra vez.
Finalmente, el documental cuenta la historia de un hombre con dificultades físicas. En el momento de la tragedia era un niño, el consentido de la familia.
Todos sus parientes murieron y él quedó solo. Ahora es mendigo en Lérida.
Jorge Montealegre advierte que su trabajo está lleno de denuncias. Incluso, uno de los personajes entrevistados es una funcionaria de Ingeominas que estuvo en Armero y reconoce que el desastre se pudo evitar si el gobierno del momento se hubiera tomado en serio las alertas.
Todas las historias que cuenta Jorge en su documental reflejan las diferentes vidas que siguieron los afectados por la tragedia. Pero todos ellos tienen en común el dolor y el malestar de no haber recibido la atención necesaria a tiempo.