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Siempre se dice que las últimas generaciones de colombianos no han podido vivir un solo día de paz en Colombia. Sin embargo, Jefferson Paya Velasco, gobernador indígena de la comunidad Nasa Wes’x, es uno de los pocos jóvenes que, desde su nacimiento, ha vivido en un periodo de post-negociación con la guerrilla de las Farc y solo ha tenido que preocuparse por el desarrollo de su pueblo, mas no por las balas y los sufrimientos de la guerra.
Los Nasa Wes’x son una comunidad indígena que reside en el corregimiento de Gaitania, perteneciente al municipio de Planadas, justo en el lugar donde nacieron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia hace 52 años.
Por muchos años, los indígenas nasa tuvieron que vivir armados y con el temor constante de que guerrilleros de las Farc los atacaran desde las inclinadas montañas del sur del Tolima. Sin pensarlo, la única manera de defender sus vidas y sus territorios históricos fue hacerle frente a la insurgencia. (Ver: “Darle un No al plebiscito es decir que estamos contentos con la guerra”: empresario de Planadas)
Pero en 1996, los nasa le dieron la primera gran lección de reconciliación a todos los colombianos. Después de mucho tiempo de enfrentarse a la guerrilla, decidieron firmar un acuerdo de paz que incluía diez puntos, todos ellos relacionados por una sola consigna: el respeto por la vida.
El acuerdo de paz entre los nasa y las Farc se dio un 26 de julio de 1996, cuando la comunidad indígena decidió negociar con el Frente 21, liderado en ese entonces por el comandante «Jerónimo».
«El respeto a la vida, que era lo más importante. Que ni ellos iban a atentar contra la vida de ningún indígena ni nosotros atentaríamos contra la vida de ningun integrante o combatiente de las Farc«, cuenta Jefferson. (Ver: “Las mujeres no queremos seguir pariendo hijos para la guerra”: habitante de Planadas)
La vida nueva en Gaitania
Una vez firmado el acuerdo de paz, los jóvenes nasa ya no tuvieron que seguir internándose en la selva o hacer guardia en la entrada de sus territorios para responder a los posibles ataques de la guerrilla de las Farc. Con el pacto de no agresión, la comunidad se dedicó a disfrutar de sus tierras y a sembrar su propio progreso.
«Para nosotros, estos 20 años han sido la experiencia más maravillosa gracias a la tranquilidad y al desarrollo social, económico y político que ha generado ese proceso, que nos dio la oportunidad de ser un ejemplo para muchas comunidades y también para las naciones, de que el diálogo y el perdón son la solución para un conflicto«, afirma Jefferson.
Y es que el país se tardó dos décadas en entender, como lo hicieron en su momento los nasa, que la mejor solución para el conflicto es la negociación, el diálogo, y no la guerra que ha manchado de sangre a Colombia desde hace mucho tiempo. (Ver: Desde hace más de un año, el Hospital de Planadas no recibe ni un herido en combate)
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«Nuestra experiencia es poder decir que nos hemos dedicado al mejoramiento económico, y la paz es lo único que trae es desarrollo para una región. El proceso de paz para nosotros ha sido la mejor opción y la mejor salida para los conflictos«, afirma Jefferson.
No hay más opción que la paz
Colombia se tardó muchos años para lograr un acuerdo de paz definitivo con la guerrilla de las Farc, y para llegar a ello tuvieron que haber cientos de miles de muertos, desplazados y desaparecidos. Por eso Jefferson es consciente de que lo Colombia necesita, por encima de todo, que haya perdón y reconciliación.
Según Jefferson, los Nasa Wes’x han logrado vivir en paz porque ha habido disposición para respetar los acuerdos, y porque toda la comunidad únicamente se preocupa en alcanzar la prosperidad económica y la justicia social.
Hoy, esta comunidad indígena tiene aproximadamente 650 familias y ocupa alrededor de 4.900 hectáreas. Y a pesar de que su pueblo ha vivido en paz desde hace 20 años, Jefferson considera que el actual proceso entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las Farc le traerá más beneficios a todos los habitantes de Gaitania, en Planadas.
«Lo único que podemos decirle al país es que los procesos de paz, con economía o sin techo presupuestal, también se pueden construir con el apoyo de esas grandes naciones. Esos financiamientos, si se les da un buen plan de manejo, ayudarían a darle a este país un mejoramiento político y económico. Y esperamos que eso tenga éxito para nuestras futuras generaciones«, concluye.
