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La rabia es una enfermedad mortal transmitida por la mordedura de animales como perros, gatos, zorros, mapaches o murciélagos. Este accidente debe ser atendido por urgencias de forma inmediata. Por eso se deben seguir una serie de recomendaciones para evitar que la situación se empeore.
Lo primero que se debe hacer es lavar la herida con abundante agua y jabón. De igual forma, en el servicio de urgencias le deben tomar los datos sobre la situación y de ser un animal doméstico el agresor se debe ser observado por 10 días, por lo tanto no se puede sacrificar, regalar o vender. Por el contrario se debe identificar para que funcionarios de la Secretaría de Salud puedan hacer el seguimiento pertinente.
En caso que la mordedura sea de un murciélago u otro animal silvestre es una exposición rábica grave, y dado que no se puede observar el animal por 10 días es necesario siempre aplicar el esquema de vacunación.
En este sentido, el Ministerio de Salud y Protección Social adquirió en 2016 más de 2.8 millones de dosis de vacuna antirrábica para perros y gatos invirtiendo alrededor de $1.424 millones para prevenir esa enfermedad. De igual forma, a través del fondo estratégico de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), consiguió 180 mil dosis de vacuna y 18 mil viales de suero antirrábico humano por valor de $7.865 millones.
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Asimismo, según datos del Ministerio desde 2007 no se han presentado casos de rabia en humanos transmitida por perros en el ciclo urbano; lo que resalta el trabajo de las Direcciones Territoriales de Salud – DTS en la vacunación antirrábica de perros y gatos, que ha sido fundamental para dar cumplimiento a la meta establecida por la OPS de cero casos de rabia humana trasmitida por perros para el año 2015.
Por la facilidad de exposición al virus silvestre el Ministerio de Salud y Protección Social con el Instituto Nacional de Salud recuerdan la importancia de acudir de inmediato a los servicios de salud ante cualquier arañazo, mordedura o contacto con saliva de un animal silvestre o incluso doméstico, cuando el animal ha presentado cambios en su comportamiento habitual.
«Solo el autocuidado puede evitar que presenten casos fatales, dado que solo si se consulta de inmediato ante cualquier contacto con saliva o ante arañazo del animal, hay tiempo suficiente para hacer una vacunación que evite que la rabia se manifieste. Una vez la enfermedad se manifiesta con el primer síntoma por pequeño que sea es 100% letal y no existe ningún tratamiento posible», aseguró Adriana Estrada Estrada, subdirectora de Salud Ambiental.
