El millonario negocio de las zonas azules de Ibagué sufrió un misterioso e inesperado frenazo. El proyecto está suspendido por razones poco claras y detrás de ellas se teje toda una trama que tendrán que investigar las autoridades.
La licitación pública que abrió la Gestora Urbana para adjudicarle a un inversionista privado la operación y explotación de estas áreas de estacionamiento fue publicada en el portal de contratación del Estado (Secop) el 24 de octubre y una semana después se cayó. (Ver: Inició licitación para contratar operador de las zonas azules de Ibagué)
En esta plataforma alcanzaron a aparecer los estudios previos, el análisis del sector y el proyecto de los pliegos de condiciones, pero de repente, el 6 de noviembre, el proceso apareció como “descartado”. ¿Por qué?
EL OLFATO recogió las piezas de un rompecabezas en el que aparecen viajes al Eje Cafetero, región en la que están establecidas importantes empresas dedicadas a la operación de las zonas azules, y la intervención de un excandidato al Senado de la República por la lista de Decentes, la cual fue respaldada por el exaspirante presidencial Gustavo Petro.
El viaje a Manizales con el candidato al Senado
El martes 30 de octubre, el gerente encargado de la Gestora Urbana, Herman Valencia, viajó al Eje Cafetero para sostener reuniones que le permitieran conocer cómo funcionan las zonas azules en municipios como Manizales y Santa Rosa de Cabal, en Risaralda.
Valencia no viajó solo. Lo acompañó el asesor de Control Interno de la entidad, Jairo Ignacio Sánchez, muy cercano al concejal Juan Ávila, uno de los alfiles del alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo en el Concejo Municipal.
El desplazamiento de Sánchez llamó la atención entre algunos funcionarios de la Gestora Urbana, pues no les pareció “muy normal” que el encargado de Control Interno hiciera esos acompañamientos exploratorios fuera de la ciudad.
Sin embargo, el verdadero misterio de esta comisión es la presencia de Carlos Eduardo Toro Ávila, un abogado risaraldense, exalcalde del municipio de Santa Rosa de Cabal, y quien fue candidato al Senado por la lista de Decentes en las elecciones legislativas de marzo de 2018.
Toro no tiene vinculación contractual -directa- con la Alcaldía de Ibagué, pero aun así participa de los consejos de gobierno y en los despachos oficiales no es ningún desconocido. Él ofreció sus servicios de lobista en el viaje de los funcionarios de la Gestora Urbana al vecino departamento de Caldas, supuestamente sin interés alguno.
Lo cierto es que después del viaje, Valencia tomó la decisión de echar para atrás la licitación pública que estaba en curso y anunció que montará una nueva, con la información que recopiló en su comisión oficial.
El funcionario solo hizo referencia a una reunión con el secretario de Tránsito de Manizales, Carlos Gaviria Marín, y negó cualquier encuentro con empresarios privados dedicados a la operación de las zonas azules en esta región del país.
Tampoco hizo mención al periplo por Santa Rosa de Cabal, el municipio de Carlos Toro.
¿Gerente (E) de la Gestora Urbana habló obligado?
El gerente (E) de la Gestora Urbana, Herman Valencia, evitó durante dos semanas una entrevista con EL OLFATO. No respondió las llamadas ni los mensajes que se le dejaron en su teléfono celular. Incluso, a través de la oficina de comunicaciones de la Alcaldía de Ibagué, envió un mensaje en el que ratificó que no atendería a los periodistas de este medio de comunicación para hablar del tema de las zonas azules.
En la Administración saben que esta licitación tomó un rumbo misterioso y estaban preocupados por la revelación de este informe.
“Ese tema está muy enredado y ya saben que ustedes (EL OLFATO) tienen un escándalo sobre las zonas azules, así que Valencia no les piensa a hablar”, dijo una fuente de la Administración, que por obvias razones pidió no ser identificada.
Un día antes del cierre de esta edición, y después de hablar con un alto funcionario de la Alcaldía, a quien se le advirtió que el artículo se publicaría con o sin la declaración del gerente (E) de la Gestora Urbana, el silencioso funcionario decidió hablar.
EL OLFATO: ¿Usted me podría informar si ha viajado al Eje Cafetero el último mes?
Herman Valencia:Sí señor, estuve en los municipios de Santa Rosa y Manizales.
EO: ¿Se reunió con empresarios que se dedican a la operación de las zonas azules?
HV: No señor.
EO: ¿Por qué descartó la licitación que ya estaba montada en el Secop al regresar de su viaje?
HV: No queremos cometer errores con los procesos de contratación que adelanta la Entidad, habida cuenta de que no se tiene plena seguridad de la autorización con que se cuenta desde el Acuerdo y el decreto reglamentario de las zonas de estacionamiento regulado ZER. Respecto de que se pueda contratar la administración, operación y recaudo. O, por otro lado, que se deba ejecutar directamente por parte de la Gestora Urbana de Ibagué.
En este orden de ideas, estamos realizando el estudio jurídico detallado que nos indique de manera clara y precisa, cuál debe ser el actuar de la Entidad para dar pasos firmes respecto de este tema tan importante tanto para la Ciudadanía, para la Administración Municipal y por supuesto para Gestora Urbana de Ibagué.
EO: Doctor Valencia, ¿usted viajó con el señor Carlos Toro?
HV: Por solicitud del señor alcalde de Ibagué. Solicitó porque por medio del doctor Carlos Eduardo Toro, se realizará acercamiento para que nos consiguiera una reunión con el doctor Carlos Gaviria, secretario de Tránsito de Manizales. La cual se logró con resultados muy positivos, la misma fue atendida por el propio doctor Gaviria.
EO: ¿El señor Toro es funcionario o asesor de la Alcaldía de Ibagué?
HV: La verdad: no tengo conocimiento de alguna vinculación con la Administración Municipal. Como usted entenderá yo tengo conocimiento, pero de la Gestora a quien represento.
EO: Pero, ¿por qué viaja con una persona que usted no sabe qué tipo de vinculación tiene con la Alcaldía de Ibagué?
HV: Como le contaba con anterioridad, el doctor Toro solo nos hizo el contacto con el doctor Gaviria, ya que él es conocido en esta zona cafetera.
EO: ¿Quién asumió los gastos de Carlos Toro?
Yo no viajé con él.
Carlos Toro tiene a su esposa contratada en Planeación Municipal
El excandidato al Senado Carlos Toro ha estado muy de cerca de la administración del alcalde Jaramillo, pero ha manejado un bajo perfil.
Él en este momento no tendría ningún contrato con la Alcaldía. Intentamos confirmarlo con el mismo Toro, pero no fue posible contactarlo. Se le hicieron varias llamadas a su teléfono móvil y se le dejó un mensaje de texto, y no respondió.
La que sí está contratada es su pareja sentimental, Luz Ángela Marín Loaiza, oriunda también de Santa Rosa de Cabal.
Marín Loaiza fue vinculada a la Secretaría de Planeación Municipal, a través de un contrato de prestación de servicios, por un monto $23.000.000, y un plazo de ejecución de casi cuatro meses.
Es decir, sus honorarios mensuales son de $6.000.000 y, el último pago, correspondiente a 25 días calendario, será de $5.000.000, precisa el contrato 2064 del 7 de septiembre de 2018.
La misión de la compañera del político risaraldense es la “prestación de servicios para la gestión y seguimiento de proyectos estratégicos tendientes a la materialización de políticas, programas o proyectos de inversión de entidades públicas y privadas del orden nacional, regional o local”, reza el objeto contractual.
Secretario de Tránsito de Manizales no sabe quién gestionó la cita
El secretario de Tránsito de Manizales, Carlos Gaviria, dialogó con reporteros de esta redacción y confirmó la reunión con funcionarios de la Gestora Urbana, pero no sabe si la cita la tramitó el excandidato al Senado Carlos Toro.
Es más, los funcionarios de la Alcaldía de Manizales fueron muy accesibles y solo fue necesaria una llamada a un teléfono celular para poder entrevistar al secretario Gaviria.
“Sí señor, sí hubo esa reunión y se abordó el tema de las zonas azules”, manifestó.
Al indagar si el exalcalde de Santa Rosa de Cabal había gestionado la cita, Gaviria fue muy tajante: “No tengo conocimiento de ese detalle. Ni idea”.