Andrés Botero, el exdirector de Coldeportes y ahora miembro de la Junta Directiva, engrosará la lista de los dirigentes nefastos del deporte colombiano. Pero más allá de los resultados de los “mejores juegos de la historia”, lo que realmente desconcierta es su frialdad para mentir y su falta de vergüenza para responderle a los tolimenses acerca de todo lo que él orquestó, alcahuetió y fracasó.
Botero ha ocultado sus carruseles en las justas deportivas en todos los niveles, porque los resultados deportivos lo han avalado. Este es un país que necesita buenas noticias políticas, sociales y de seguridad, por eso qué mejor que dar pan y circo, aunque esto último suene muy duro, porque ni el deporte y mucho menos los deportistas se pueden calificar así, pero es precisamente lo que nos quieren ofrecer.
Botero se ha lavado las manos y aquí lo hemos permitido. El señor alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo, que es frentero y que le dice al pan, pan, y al vino, vino, ha estado extremadamente mesurado con las mentiras y promesas, nuevamente de “ Pilatos”, quien sin ruborizarse ahora le echa toda el agua sucia del fracaso de los Juegos Nacionales y de los escenarios al “Simón el Bobito” ibaguereño, Luis H Rodriguez. Personaje este que anda como los parias, buscando restaurantes en el Cañon del Combeima para poder compartir con su amada contratista y esposa, porque cada vez que asoma la testa en evento social, es víctima de los reclamos de furibundos ibaguereños que se sienten traicionados. Todo ello mientras Pilatos Botero se encierra en el despacho del Alcalde y no le da la cara a la prensa ni a los deportistas y dirigentes, quienes quieren que alguien serio y de credibiliad les diga cuando se tendrá escenarios deportivos, espacios recreativos y para aprovechamiento del tiempo libre.
Dónde quedó el anuncio de que en 72 horas los contratistas de la 42 y el Parque Deportivo estarían en la cárcel, o que la interventorías estaban amangualadas con los contratistas. Dónde quedó el estupor trasmitido por el señor Alcalde, cuando frente a la misma Procuraduría, uno de los contratistas anunió que el “Chatarreo” les había ofrecido los contratos y que dirían ante la Fiscalía quién era el que se los había ofrecido a tan oscuro intermediario. No, todo ha quedado en el silencio y Pilatos Botero, y ahora el Alcalde, les ofrece nuevas oportunidades a quien hace menos de un mes calificaban de bandidos.
Uno se pregunta por qué ante tanto incumplimiento, corrupción, interés indebido de contratos y malversación de recursos, no existe un solo pronunciamientos de la Procuraduría General de la Nación, la Contraloría General o la misma Fiscalía; ¿será que están protegiendo a Simon el Bobito, a quien solo le queda el respaldo de sus amigotes depredadores de lo púbico que ahora se mueven en todas las esferas de las administraciones como pedro por su casa? O definitivamente se protege a Pilatos Botero, quien cuenta con el respaldo del Presidente Juan Manuel Santos, que por los acostumbrados periplos por el mundo habla de la lucha contra la corrupción, pero no le ponía atención al zar Anticorrupción cuando denunciaba infructuosamante lo que estaba pasando en Ibagué.
¿Será posible que el senador liberal Guillermo Santos, que era muy acusioso participando en las reuniones con los contratistas, los funcionarios del IMDRI, Coldeportes y Pilatos Botero, nos diga, cuál era su función, qué se pretendía con su presencia y cuáles fueron los resultados de su gestión? No quiero pensar que entre nosotros haya un Judas.