En un estudio realizado por Sandra Catalina Cortés, magíster en Toxicología de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), se observó que los tres pesticidas artificiales –utilizados para controlar plagas de insectos en áreas domésticas– producen alteraciones en las células sanguíneas, especialmente en los glóbulos rojos y blancos.
La Organización Mundial de la Salud indica que cada año se presentan en el mundo alrededor de tres millones de casos de intoxicaciones agudas con plaguicidas, de las cuales cerca de 220.000 ocasionan la muerte y alrededor de 300.000 suceden por exposición ocupacional y accidental.
“La mayor proporción de alteraciones en los parámetros hematológicos se encontró en los trabajadores del área administrativa, debido a que estos no utilizan elementos de protección personal y quedan expuestos de manera indirecta al tóxico durante buena parte de la jornada laboral”, señala la investigadora.
Además, varios de ellos se encuentran muy cerca de las áreas de producción o almacenamiento de los químicos utilizados para la elaboración de pesticidas.
En Colombia los plaguicidas denominados “inhibidores de la colinesterasa” conforman el grupo de insecticidas empleados con mayor frecuencia en el control de plagas en los cultivos, programas de erradicación de vectores de importancia en salud pública y control de plagas en nivel domiciliario. Sin embargo, las estadísticas sobre las intoxicaciones por estos compuestos son muy bajas, por subregistro en su notificación.
En este estudio “se demostraron parámetros hematológicos en el frotis de sangre periférica en el 15 % y cuadro hemático en el 47 % de los trabajadores, lo cual se podría relacionar con hematotoxicidad inducida por los pesticidas, químicos que causarían intoxicaciones agudas y hasta crónicas”, indica la investigadora.
La investigación se realizó a partir de una serie de cuestionarios y valoraciones clínicas previamente informadas a los empleados y empleadores. El estudio también contó la toma de muestra de sangre, resultados que luego fueron analizados por la investigadora y entregados a los participantes.
Ante los resultados, la magíster señala que su estudio es una aproximación inicial a una problemática que no ha sido estudiada en nuestro país, como las alteraciones hematológicas inducidas por pesticidas.
Agrega que es necesario que en “próximas investigaciones se realicen mediciones ambientales de los puestos de trabajo y se procure escoger trabajadores que tengan una tarea fija, es decir sin mucha rotación dentro de las diferentes actividades de la empresa, y contar con mayor información laboral por parte de las empresas”.
Fuente: Unimedios.