Para el exsenador Juan Mario Laserna, quien lideró la consecución de los recursos del acueducto alterno de Ibagué desde el Congreso, es una ‘verdadera tragedia’ que la Alcaldía y el IBAL pierdan los cerca de $65 mil millones que destinó el Gobierno Nacional para la construcción del acueducto alterno.
Laserna dijo que recibió con preocupación la advertencia del ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao este lunes en La W Radio, en donde anunció que si Ibagué no presenta los diseños del proyecto del acueducto alterno los recursos antes del 20 de junio, los recursos serían redireccionados al departamento de La Guajira. (Ver Por falta de gestión de la Alcaldía, recursos del acueducto alterno se irían para La Guajira, dice MinVivienda)
El excongresista y ahora director de la revista Dinero no entiende cómo la administración de Luis H. Rodríguez desaprovechó la oportunidad de haber dejado la obra más importante de su periodo como es la estabilización en la prestación del servicio de agua a través de una fuente alterna.
Ibagué -resaltó- es en una ciudad que viene creciendo gracias a la inversión privada y hay un verdadero un ‘boom’ de la construcción. Se están ejecutando ambiciosos proyectos de vivienda, centros comerciales, clínicas, hoteles y grandes almacenes de cadena, y no puede existir incertidumbre en la prestación del servicio de agua.
Juan Mario, pese a pertenecer al partido Conservador y no haber respaldado la elección de Luis H. Rodríguez en 2011, gestionó estos recursos con el exgerente dell IBAL, Eduardo Bejarano, partida que hoy Ibagué está a punto de perder por negligencia administrativa.
Ibagué, expuesta a una emergencia
Advirtió que en este momento la capital del Tolima está expuesta a una emergencia como la que vivió Manizales en octubre de 2011, cuando una avalancha acabó con la única planta de tratamiento de agua que tenía en ese momento la ciudad.
Después, en el año 2012, el entrante alcalde de Manizales, Jorge Eduardo Rojas, invirtió cerca de $90 mil millones ($80 mil millones aportados por la misma empresa de acueducto) y habilitó una segunda planta, con igual capacidad de la primera, para que hubiera ‘redundancia’ en el servicio. (Ver Manizales, con el segundo mejor alcalde de Colombia resolvió el problema de agua en tres años)
Eso es justamente lo que se buscaba en Ibagué, que si se presenta una emergencia en el cañón del Combeima o hay una leve creciente que genere turbiedad -como pasa en este momento- no se quede la ciudad se queda sin agua.
La segunda fuente de abastecimiento, que captaría el agua del río Cocora, entraría en funcionamiento de forma inmediata y así se garantizaría la continuidad en el servicio.
Pero el gerente del IBAL, Carlos José Corral, intenta desviar la discusión diciendo que el acueducto alterno no es necesario porque en el cañón del Combeima hay “suficiente agua”, argumento que nadie discute. Pero lo que pretende el Gobierno Nacional es prevenir y que la capital del Tolima esté preparada ante una tragedia como la que enfrentó en octubre del año 1996, cuando una creciente ocasionó daños en la bocatoma.
Finalmente, el exsenador Laserna insinuó que tal vez la Alcaldía no ‘empujó’ el proyecto ante el temor de que la contratación la lidera el mismo Gobierno Nacional a través de Findeter y no la saliente administración.
El riesgo de un río como el Combeima: creciente de 2011