Chapulín Colorado: ¿Y ahora, quién podrá defendernos? Lo que viene después de estas justas será acaso: ¿sudor y lágrimas? Y lo digo porque nadie sabe si se terminarán o no los escenarios que costarían $120 mil millones.
El gerente del IMDRI, Carlos Heberto Ángel, no puede -por ahora- contar la verdad. Evadió durante más de un año los debates de control político en el Concejo de Ibagué y lo mismo hace ahora con la comisión de empalme del alcalde electo Guillermo Alfonso Jaramillo.
La susodicha comisión debería empezar por solicitar los diseños presentados y aprobados por los supuestos ‘españoles’ de TYPSA. Pedir las licencias de urbanismos aprobadas por el ‘transparente’ Curador Urbano No 2 de Ibagué, Greissman Cifuentes, y los avances de obra; sin duda se argumentara que no existen recursos porque la plata está enterrada en movimientos de tierra, tubería de manejo de aguas residuales, etcétera.
Tal vez por eso nunca se permitió el ingreso de las diferentes autoridades como tampoco de la prensa para que se pudiera palpar de primera mano donde estaban los recursos. Ah, y otra cosa, exigirle a la interventoría la documentación, hojas de vida e informes para determinar su idoneidad y no vaya ser, como se dice, que el contratista es el mismo interventor.
Los Juegos Deportivos Nacionales dejarían unos escenarios, lo cual aún está por verse pero la pregunta del millón: ¿Quién autorizo, dispuso, estudió y ordenó la demolición de toda la infraestructura recreativa que había en el Parque Deportivo? Allí se había invertido dinero público, tanto por el municipio de Ibagué como por parte de la Gobernación, durante en los últimos 15 años. Seguramente, más de $20 mil millones.
Esos bienes municipales se derribaron sin más ni más. ¿No le correspondía al Concejo de Ibagué aprobar un acuerdo o a la Contraloría darlos de baja, como activos del Municipio? Esta es una tarea pública para el señor Contralor Edwin Riaño, pues sería arar en el desierto pedirle al Personero o la Procuradora Provincial de Ibagué que actuaran… Ellos no lo hicieron, pese a tener todas las pruebas y a los responsables identificados. Por ejemplo, la procuradora Ligia Aguilar es la única que no sabe quién se robó los cheques del IMDRI. Los responsables ya aceptaron, devolvieron la plata a la Contraloría Municipal, están siendo procesados por la Fiscalía, pero la doctora Aguilar no se ha enterado.
Pero volmamos a los Juegos Deportivos Nacionales, los ‘peores de la historia’ como dijo Mauricio Mosquera, director de Indeportes Antioquia. Lo positivo fue el esfuerzo de nuestros deportistas.
Fueron muy superiores a las adversidades y su sacrificio quedará en la historia deportiva por sus merecimientos propios, acompañados de algunos dirigentes de liga a quienes se le ve el pundonor, la vergüenza… la angustia porque nuestro Departamento no sea uno más del montón.
El alcalde electo Guillermo Alfonso Jaramillo dijo que está buscando una reunión con el ‘ciego’ director de Coldeportes, Andrés Botero, para pedirle que responda por los escenarios.
Ojalá le salgan las cosas a Jaramillo y encuentre quién pueda defendernos de la catástrofe que dejó el ‘chapulín de Ibagué’, el mismo que dijo la lapidaria frase que quedó en la historia: “Ni yo me voy a morir ni Ibagué se va acabar”.