Esta visto que para muchos el bajar de peso o tener las medidas perfectas se ha vuelto un dolor de cabeza, pero la realidad es que es más sencillo de lo que muchos piensan.
Llevar una vida saludable no es cuestión de moda, es un estilo de vida que debemos saber manejar y la mejor manera de iniciar con esta travesía es tomar la decisión de cambiar malos hábitos, como el sedentarismo y la mala alimentación. Como cualquier lunes, inicio de semana, todos empiezan con el tanque full, sin embargo, esta motivación con el paso de los días se va bajando, por lo que es necesario ir despacio, pero seguros.
Para lograr grandes cambios debemos tener presente que es uno a la vez, pasito a pasito, para llegar rápido a nuestro objetivo. Entonces la tarea sería de la siguiente manera: si no haces actividad física lo primero será incorporar un trote suave de no más de 30 minutos, tres días a la semana; lo segundo es comer de manera equilibrada, tomar abundante agua; y, por último, descansar mínimo siete horas.
Yo tomé la decisión a los 24 años en un viaje que emprendí lejos de Colombia. Recuerdo que en ese verano la mayoría de mis compañeros subían de peso de manera descontrolada. Era inevitable ya que la calidad de los alimentos en ese país era bastante deficiente. Yo por el contrario opté por correr en mis tardes libres y ser consciente de los alimentos que comía.
Uno de los factores críticos que no tenemos en cuenta a la hora de iniciar una vida sana es el consumo excesivo de alimentos salados, es decir con un alto índice de sodio. Ellos son culpables de hinchazones, retención de líquidos, bolsas en los ojos, daño en los riñones y el incremento de sufrir hipertensión.
Con el pasar de los días fui eliminando la sal de mis alimentos e incorporé frutas bajas en dulce (manzana verde, fresas, papaya) y verduras altas en fibra (brócoli, espinacas, calabacín verde y amarillo), estos alimentos facilitan la digestión y mejoran el metabolismo. Hoy por hoy puedo decir con plena seguridad que una vida sana va ligada de buena alimentación, ejercicio y un merecido descanso.