Infraestructura vial, educación rural, acceso a la salud y proyectos productivos son las principales necesidades que ha identificado el Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial (Pdet) del Tolima estrategia que hace parte del Acuerdo de Paz suscrito por el Gobierno Nacional con integrantes de las Farc.
Esta información fue recolectada en una serie de diálogos con las comunidades rurales de los municipios de Planadas, Rioblanco, Ataco y Chaparral que empezaron en julio de 2017 y ya se encuentra culminando la segunda etapa de tres, en la cual están discutiendo estos puntos a nivel municipal.
La gerente del programa, Carmen Inés Cruz, manifestó que de los 16 Pdet que hay a nivel nacional, el del Tolima es uno de los que más han avanzado. Esperan terminar el proyecto y entregar el plan de acción en el mes de agosto para empezar a trabajar en los siguientes puntos que ha pedido la población. (Ver: Exalcaldesa de Ibagué fue nombrada gerente de un programa de paz en el sur del Tolima)
Necesidades de las comunidades
Cruz explicó que los habitantes del sector manifestaron que su principal necesidad radica en el mejoramiento de la infraestructura vial de estos cuatro municipios, dado que esto les permitirá tener un acceso óptimo a los diferentes servicios. Con mejoramiento, se refieren tanto a la construcción de nuevas vías, como al mantenimiento de las ya existentes.
«Tal vez la mayor limitación que identifican es la falta de vías y de conectividad. Ellos sienten que si mejoran las vías y tienen una red vial adecuada, podrán trasladarse a la escuela, a los centros de salud, activar el turismo que entra y que sale, y movilizar producción. Por eso, ellos le dan un peso enorme al mejoramiento del sistema vial», manifestó.
El segundo punto que han identificado está enfocado en la educación, ya que el acceso a las escuelas es insuficientes. Mayor dotación, mejorar infraestructura, más docentes de calidad y un plan de alimentación efectivo que se adecue a las necesidades alimenticias de las comunidades.
«También se quejan que no tienen el servicio del transporte y eso les implica a los niños caminar una, dos y más horas hasta llegar a la escuela. Solos y por caminos demasiado inseguros para ellos», agregó la gerente.
Asimismo, afirmó que se necesita abrir un programa de educación para la población adulta y mejorar el acceso a los estudios de técnicas, tecnologías y universitarias para ofrecer garantías a futuro para los habitantes.
La salud es otro aspecto importante, puesto que el servicio es insuficiente, y en muchas ocasiones las personas se deben desplazar a Ibagué, Neiva o hasta Medellín para poder recibir los tratamientos médicos que necesitan. Como ejemplo de esto, está el hecho que Chaparral es el único de los cuatro municipios que tiene un hospital de nivel 2.
Otro capítulo que para ellos es de una gran importancia son proyectos productivos, ya que son municipios que generan gran cantidad de café, caña panelera, cacao y diferentes frutas.
«Piden que se les dé apoyo, recursos semilla para iniciar proyectos productivos, asistencia técnica y que se les ayude para iniciar la comercialización de sus productos. Créditos y la posibilidad de llegar a los mercados limitando la cantidad de intermediarios que hay entre el productor campesino y el centro campesino que los vende», precisó Cruz.
Lo que sigue
Hoy cuentan con el documento Conpes 3932 de 29 de junio de 2018, el cual hace una predicción presupuestal de 79 billones de pesos para la implementación de los Pdet, de los cuales 2.24 billones de pesos se destinarán para los municipios del Tolima.
Adicionalmente, el gobierno nacional creó dos mecanismos que beneficias también a los municipios Zomac (Zonas Más Afectadas por el Conflicto Armado), en donde se incluyen otros 17 municipios tolimenses además de los cuatro ya mencionados.
Por un lado, se exonerará de impuesto renta por diez años a las micro y pequeñas empresas que se creen. Las compañías medianas y grandes gozarán de un descuento significativo del tributo.
Por otro lado, se implementará lo llamado «obras por impuestos», que es una invitación a grandes empresas a dirigir el 50 % de sus obligaciones tributarias a obras y proyectos que necesiten en estas zonas. Hasta el momento se cuentan con dos aportes aprobados: Enertolima que trabajará por mejorar la electrificación y Gana Gana que le apostará a la infraestructura y dotación de escuelas y colegios rurales en Santa Isabel.
«Yo siento mucha esperanza porque lo que veo en ese sector es que hay una dinámica y la gente cuando se habla con ella dicen que lo que viven hoy es una transformación de lo que viven hace dos o tres años», concluyó Cruz.