Ángel Duván Serna Molina, el formador de la Fundación Peces Vivos de Ibagué, señalado por torturar a 11 menores de edad con discapacidad mental, acaba de ser condenado a la pena de ocho años de cárcel.
Lo condenó un juez de Ibagué por el delito de tortura agravada, con base en las pruebas aportadas por la Fiscalía en el proceso que inició en octubre del 2017 con la captura de 10 personas, incluido Serna.
El ente investigador informó que Serna es el primer condenado del caso debido a un preacuerdo por colaboración con la justicia y que los demás se encuentran a la espera de la audiencia preparatoria del juicio oral.
Entre los otros investigados está Johana Dignore Rodríguez, directora de la Fundación Peces Vivos. (Ver: Juez envió a la cárcel de Picaleña a los 10 empleados de la fundación Peces Vivos)
Los hechos que motivaron esta decisión se conocieron a raíz de la denuncia de un exempleado de la Fundación, que con videos demostró los castigos crueles y denigrantes a los que estaban siendo sometidos los niños y adolescentes internados allí.
“Los amarraban de las extremidades a las camas o las sillas con extensas telas y les ocasionaban gran dolor físico porque desobedecían a sus órdenes o supuestamente tenían comportamientos inapropiados”, informó la Fiscalía.
Ese tipo de procedimientos solo podía ser autorizado por un psiquiatra, lo que jamás ocurrió por lo que se diligenciaron órdenes con contenido falso suplantando al profesional idóneo.
Y como si fuera poco, según la investigación de la Fiscalía, el suministro de medicamentos en la Fundación no contaba con la aprobación del médico psiquiatra tratante de los menores.
“Al parecer serían las psicólogas quienes ordenaban las medicinas, faltando de manera flagrante a los protocolos de buenas prácticas médicas reguladas por el Ministerio de Salud”, señala la Fiscalía en un comunicado.