Los extractos de cannabis se obtienen de las flores de la planta, en las que se concentran los principios activos que luego se utilizan en distintas dosis según el tipo de formulación.
Así lo explica Juan David Flórez, estudiante del Departamento de Farmacia de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), quien con sus compañeros ha desarrollado una serie de productos derivados de la planta, con múltiples utilidades.
El trabajo adelantado por los estudiantes, que cuenta con el apoyo de la Unidad de Emprendimiento de la U.N., ha permitido evaluar diversas dosis de extractos, además de explorar composiciones que incluyen altas concentraciones de otras plantas, como sándalo, cúrcuma, jengibre, geranio y romero.
Aunque en la actualidad se evalúan diversos procesos de extracción, el que más se utiliza es uno libre de solventes, a partir de la técnica conocida como colofonia, que en esencia se hace presionando las flores de la planta, en condiciones de alta presión y temperatura, para obtener una resina que después se disuelve en distintas concentraciones de aceites.
En el caso de los dolores causados por enfermedades como la artrosis y la artritis, los jóvenes diseñaron un ungüento caliente al que además del extracto de cannabis le adicionaron cúrcuma y jengibre, con el fin de potencializar su efecto.
“Se trata de un producto mentolado y fresco cuya aplicación se debe efectuar en lugares muy focalizados, debido a que su composición tiene mayor potencia”, precisa el estudiante.
Con el fin de dar respuesta a la posibilidad de desarrollar un producto que fuera empleado como tratamiento paliativo para pacientes con cáncer, el grupo elaboró unas gotas de aplicación sublingual con un considerable incremento en la cantidad del extracto, en procura de tratar distintas afecciones del sistema nervioso central, cuyo uso se podría extender al tratamiento de epilepsia, Párkinson y Alzheimer.
El proceso incluyó la necesidad de establecer los primeros cultivos, además de la asesoría de investigadores de la U.N. que cuentan con una mayor trayectoria, con el fin de identificar las variedades y la dosificación más adecuada en los diferentes extractos empleados.
El grupo de estudiantes también elaboró un bálsamo para labios, 100 % natural, que incluye aceite de cannabis, jojoba y mantequilla de karité, que además previene los efectos de la radiación ultravioleta.
“Gracias a la actividad antiséptica del cannabis, este producto permite tratar enfermedades como herpes bucal y laceraciones en la piel, con la gran diferencia de que su composición no contiene ningún producto petroquímico, como ocurre con otros bálsamos”, destaca el estudiante.
Cannabis terapéutico
Puesto que en países como Estados Unidos se ha desarrollado toda una línea de productos cosméticos y medicinales alrededor del cannabis, los estudiantes comenzaron su empresa elaborando un aceite para masajes, especial para dolores menstruales, que se puede aplicar con atomizador.
“Un día mi novia tenía cólicos menstruales y decidimos probar un aceite hecho a partir de unas maceraciones de cannabis, y constatamos que efectivamente contribuía a aliviarlo”, recuerda el estudiante.
Según explica, basta con aplicar el producto en la zona afectada para que se produzca un efecto relajante de los músculos; y como la acción del cannabidiol –correspondiente al 40 % de los extractos de cannabis– también tiene efectos antiinflamatorios y antibióticos, se puede emplear para tratar algunos golpes y raspones.
Como este producto tiene propiedades asociadas con la aromaterapia, los beneficios se potencian gracias a la combinación con extractos de geranio, sándalo y romero, que también contribuirían a tratar dolores de cabeza.
Fuente: Unimedios.