Según el ministro Gaviria, las aspersiones aéreas con glifosato para la erradicación de los cultivos de amapola fueron suspendidas en octubre de 2015. Esto como resultado de la evaluación de un informe de la Organización Mundial de la Salud, OMS, que calificó el glifosato como “probablemente cancerígeno para los humanos”.
Además, la suspensión de las fumigaciones también se dio en cumplimiento de un fallo de la Corte Constitucional para aplicar el principio de precaución, en caso de que no se encontrara una conclusión sobre los riesgos derivados del uso de este herbicida.
«Todas las razones para la prohibición de las aspersiones aéreas con glifosato se mantienen vigentes”, expresó el ministro Gaviria Uribe, en respuesta a la propuesta de reiniciar estas fumigaciones manifestada por el fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez.
El glifosato también fue clasificado como peligroso por la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer, IARC,–que hace parte de la OMS–, cuyos resultados fueron publicados el 20 de marzo de 2015 en la revista científica The Lancet Oncology.
A partir de la evidencia disponible, la Agencia concluyó que la exposición al glifosato podía estar relacionada con la generación de linfoma no hodgkiniano (un tipo de cáncer del tejido linfático) en humanos.
El mismo informe también concluyó que en experimentos con animales la exposición al herbicida aumentó la probabilidad de otras enfermedades, como carcinoma tubular renal, hemangiosarcoma (un cáncer que comienza en el revestimiento de los vasos sanguíneos), tumores en piel y adenoma pancreático (tumores en el páncreas).
A juicio del Ministerio, los riesgos se ven significativamente reducidos en la fumigación de cultivos lícitos, pues en estos la aspersión es terrestre, y se utilizan y siguen protocolos de seguridad ocupacional y de mitigación de riesgos.
Adicionalmente, en las aspersiones sobre cultivos ilícitos la población no tiene la posibilidad de expresar su voluntad de exponerse o no al riesgo, a diferencia de lo que ocurre en las aspersiones sobre cultivos lícitos.