El ocultamiento sistemático de información y la protección política del Ministerio de Educación al rector de la Universidad del Tolima (UT), José Herman Muñoz, tiene a la misma jefa de esa cartera entregando informaciones contradictorias.
La ministra de Educación, Ginna Parody, dijo este lunes en Ibagué que la Universidad del Tolima tiene un déficit de más de $16 mil millones, una cifra totalmente distinta a la que reveló hace un mes la viceministra de Educación Superior, Natalia Ariza.
El pasado 17 de febrero, al término de una sesión del Consejo Superior, Ariza aseguró que el déficit de la Universidad del Tolima era «cercano a los $30 mil millones», casi el doble de lo que ahora dice la Ministra. (Vea lo que dijo la viceministra Natalia Ariza hace un mes en Ibagué)
Esta clara contradicción prueba que nadie, ni el mismo Gobierno Nacional, tiene certeza de cuál es la realidad financiera de una institución educativa que desde hace más de cuatro años la manejan los partidos políticos que respaldan al presidente Juan Manuel Santos, principalmente el partido Liberal, y que se han repartido milimétricamente los contratos y los cargos directivos.
Parody, en diferentes entrevistas, ha asegurado que el actual rector José Herman Muñoz no es el responsable de la profunda crisis financiera, sino que es culpa de los directivos «del pasado», quienes ampliaron la planta de personal sin tener el dinero suficiente para cubrir el incremento de la nómina oficial.
Además, reiteró que en la Universidad del Tolima se infiltró la politiquería, pero sin revelar cuáles son los politiqueros regionales que ‘coadministran’ la institución.
«La UT tiene unos gastos que no sé a qué obedecen. Algunos han señalado que obedecen a puestos políticos del pasado, y eso impacta la calidad de la educación. Tenemos que limpiar la universidad pública, transformarla y blindarla de la politiquería que puede generar presupuestos completamente desfinanciados«.
Finalmente, la funcionaria envió un nuevo parte de tranquilidad, y sostiene que el semestre A-2016 está garantizado. «El presupuesto de la UT está ‘desfinanciado’. El año pasado, tenía un déficit de más de $16.000 millones y para iniciar este año necesitábamos hacerle un ajuste presupuestal que ya se hizo. Queda un poco de superávit que nos permite tapar el déficit pasado. Ya se iniciaron clases, sin embargo hay que conseguir recursos para poder pagar el déficit anterior. Lo importante es que la Universidad gaste lo que ingresa, no que gaste y abra más puestos y contrate más gente que no puede pagar».