Meta de desempleo de Ibagué: ¿Pírrica o realista?

Por: CÉSAR PICÓN

La meta de reducción de desempleo en la ciudad de Ibagué, consignada en el Plan Municipal de Desarrollo “Por Ibagué, con todo el corazón”, generó una fuerte polémica tanto en los círculos políticos como en los medios de comunicación, siendo calificada por algunos analistas como poco ambiciosa, mediocre e incluso “pírrica”.

Aunque todos queremos que el desempleo en Ibagué se mantenga lo más bajo posible, resulta curioso que la meta haya sido tan criticada y, aun mas, que se haya hablado de hacerla mucho más retadora, cuando el entorno macro económico nacional, del cual depende en gran medida el desempeño económico de las ciudades y regiones, no está pasando por su mejor momento.

La tasa de desempleo

Los altos niveles de desempleo en la ciudad no son coyunturales. Ibagué acumula la mayor tasa de desempleo histórica: entre 2001 y 2014, la tasa promedio de la ciudad se ubicó en 18,7 por ciento, superando ampliamente el promedio de las trece principales ciudades y sus áreas metropolitanas que alcanzó el 13,4 por ciento.

La línea base de 16,1 por ciento de desempleo que se utilizó en el Plan de Desarrollo, corresponde al trimestre de diciembre de 2015 a febrero de 2016, periodo en el cual la tasa es normalmente superior a la del resto de trimestres móviles para la ciudad. Al respecto, sería conveniente que se utilizara la tasa del trimestre octubre-diciembre de 2015, no porque sea más baja, sino para que pueda ser comparable con el mismo trimestre del último año de Gobierno.

El entorno macroeconómico no ayuda

Pensar que el desempleo puede ceder generosamente en medio de la tormenta económica que vive Colombia y especialmente América Latina es una utopía.

El promedio de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país durante la última década fue superior al 4,5 por ciento, sin embargo, para el año 2016 las proyecciones son, en promedio, inferiores al 2,5 por ciento. Como el PIB representa el valor monetario de todos los bienes y servicios producidos en una economía, es lógico pensar que su disminución conllevaría a una pérdida de empleos en varios sectores productivos, máxime en una ciudad como Ibagué que en los últimos años ha tenido un PIB con un desempeño inferior al nacional.

La inflación también tiene mucho que ver. Terminando el mes de abril, el Banco de la Republica subió la tasa de interés hasta situarla en el 7 %. Con esta medida, el Banco central busca disminuir la presión inflacionaria a través de un desestimulo al consumo: la gente restringirá el uso de las tarjetas de crédito y la compra de bienes con recursos de préstamo, y los empresarios tendrán costos más altos de financiación que terminarán por obligarlos a subir los precios con el respectivo impacto negativo sobre su mercado. En suma, al haber menor consumo, las empresas tendrán que producir menos y por ende necesitarán contratar una menor fuerza laboral.

A pesar de que el PIB industrial ha aumentado considerablemente en Colombia, dada la sustitución de productos importados por nacionales como consecuencia directa de la fuerte devaluación del peso frente al dólar, es probable que el impacto en el empleo de Ibagué sea bastante discreto, esto ante la falta de grandes industrias manufactureras.

Un hecho que podría aliviar la turbulencia, podría ser la concreción del acuerdo de paz con las Farc y en un futuro, ojalá no muy lejano, con el ELN. De acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo, una reducción de la mitad del conflicto armado impulsaría un incremento del PIB en 0,9 puntos, algo poco probable en las condiciones actuales. Ello indudablemente tendría repercusiones directas en las economías locales y un impacto positivo en la generación de empleo.

El desempleo no cede fácilmente

Aunque algunos analistas locales consideren que la administración municipal se ha puesto una meta muy baja, la realidad es que estimular la generación de empleo es más difícil de lo que parece. i) El sector privado ha venido haciendo ingentes esfuerzos: en los últimos años se ha visto un importante auge de centros comerciales, cuantiosas inversiones en proyectos de vivienda y un crecimiento positivo en términos de creación de nuevas empresas, aun así, el desempleo permanece por las nubes. ii) Por parte del Gobierno Nacional, el Plan de Impulso a la Productividad y el Empleo PIPE 2, ha contribuido para que en Ibagué se mantenga una importante demanda de vivienda en diferentes estratos y se construya uno que otro hotel nuevo. El programa de los 40 mil primeros empleos, que fue recibido con gran expectativa en la ciudad, hasta el momento ha tenido una regular implementación, según información obtenida extraoficialmente en las Cajas de Compensación que operan la iniciativa, el sector empresarial no ha reaccionado como se esperaba frente a los estímulos en materia de alivio a los costos de nómina.

¿Meta mediocre o realista?

Alcanzar la meta prevista, bajo la dinámica económica actual, no será una tarea fácil. Sin embargo, el Plan Municipal de Desarrollo contiene estrategias que seguramente serán clave para promover la generación de empleo en la ciudad: i) Construcción de importantes obras de infraestructura enmarcadas en el Sistema Estratégico de Transporte Publico. ii) Gestión del suelo para proporcionar 10 mil soluciones de vivienda de interés social y prioritario. iii) Implementación de la jornada única y apoyo para fortalecer la educación técnica y tecnológica, que contribuirá a disminuir el tamaño relativo de la fuerza laboral. iv) Consolidación de proyectos macro en el marco de la estrategia Ciudades Sostenibles y Competitivas apoyada por el BID y Findeter. v) Incursión de las empresas públicas municipales en el negocio de la gestión de residuos, el mercado del microcrédito y la comercialización de energía, entre otras.

Como el papel puede con todo, quizá para la administración municipal habría sido más fácil subir la meta de reducción del desempleo en dos puntos o más, tal como lo pidieron algunos críticos. Sin embargo, dadas las consideraciones expuestas, creo que haber planteado una meta realista fue la mejor decisión.

Foto: elolfato.com/hernando bazurto

Fecha: viernes - 13 mayo - 2016