El pasado lunes en Medellín iniciaron las pruebas del tranvía de Ayacucho. Un sistema de transporte que beneficiará a 360 mil personas de la zona centro oriental de esa ciudad. Mientras tanto, en Ibagué el Sistema Estratégico de Transporte Público, SETP, sigue siendo un sueño.
Aunque desde hace ocho años en Ibagué se ha pensado en la posibilidad de un sistema estratégico de transporte, la falta de liderazgo ha hecho que aún no se cuente con la financiación del Gobierno.
Las últimas tres administraciones municipales, le han apostado al SETP, pero hasta ahora todo se ha quedado en el papel. Ni Rubén Darío Rodríguez, Jesús María Botero o Luis H. Rodríguez obtuvieron los recursos, ni lograron la reestructuración de las rutas de buses o la unión de las empresas de transporte público.
En Ibagué el proyecto cuesta 286 mil millones de pesos, presupuesto con el que se reestructuraría el sistema de transporte, se construirían tres viaductos, se modernizaría la red de semáforos y se habilitarían nuevos paraderos, entre otras obras. De esta cifra el 70% debe ser aportado por el Gobierno Nacional y el 30% por la Alcaldía de Ibagué.
Mientras tanto, en Medellín, se espera que el tranvía entre en operación este año. Desde el 2006 pensaron en la necesidad de mejorar el servicio de transporte público. Desde esa fecha, el tranvía de Ayacucho y dos líneas de cable, se incluyeron en los planes Maestro, de Desarrollo Metropolitano, de Movilidad del Área Metropolitana y en el de Desarrollo del Municipio.
El valor del proyecto en Medellín es de $607 mil millones de pesos, financiado con un crédito de 250 millones de dólares con la Agencia Francesa de Desarrollo – AFD.
Desde el 2008 Medellín trabaja por el tranvía
Medellín ha sido un ejemplo de gestión administrativa y de continuidad de las gestiones entre las administraciones. El proyecto de movilidad no se quedó solo en el papel ni se atrasó por el cambio de alcaldes, como ha ocurrido con el SETP en Ibagué. Desde el 2008 iniciaron con los estudios, dos años después el Concejo Municipal aprobó el proyecto y recibieron autorización del Gobierno Nacional para un empréstito hasta por $250 millones de dólares.
En marzo de 2011, ya contaban con el aval técnico del Departamento Nacional de Planeación y del ministerio de Transporte. Y en mayo de ese año recibieron el aval del ministerio de Hacienda para firmar el empréstito.
El proceso que otras administraciones habían adelantado, siguió en el 2012 con el nuevo alcalde, Anibal Gaviria convirtiéndose en un eje de su Plan de Desarrollo. En septiembre de ese año, el mandatario abrió la licitación para adjudicar el contrato de las obras de construcción del tranvía y dos Metrocables.
En septiembre de 2013 iniciaron las obras físicas. En menos de dos años hicieron las pruebas del vehículo y se espera que a finales de septiembre de este año inicie su operación.