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Mauricio Arenas Noreña, el contratista de la Alcaldía de Ibagué, señalado de conducir en estado de embriaguez y protagonizar un escándalo callejero contra la Policía, solicitó suspender el contrato que venía adelantando con la administración.
Arenas Noreña estaba vinculado a la Secretaría de Apoyo a la Gestión desde el 9 de enero de 2018 y prestaba sus “servicios profesionales especializados para la gestión, desarrollo, ejecución y seguimiento de las diferentes estrategias, programas y proyectos” de esta dependencia. (Ver: ‘El contratista Mauricio Arenas tenía dos grados de alcohol’: Policía Metropolitana de Ibagué)
Sin embargo, luego de esta polémica y de la conspiración que se estaría tejiendo para salvarlo de los señalamientos judiciales, el contratista decidió radicar ante la supervisora de este contrato, Jennifer Licel Aya Bonilla, un oficio argumentando que por problemas personales no podría continuar ejerciendo sus funciones.
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“Por medio de la presente, solicito de manera respetuosa, la suspensión por término de un mes (30 días), del contrato N.1851 del 3 de agosto de 2018 (…) Lo anterior se sustenta en que debo atender un asunto de índole personal que me imposibilita cumplir con las obligaciones consignadas en la minuta del contrato”, se lee en el documento.
Así las cosas, su supuesto nombramiento como Secretario de Apoyo a la Gestión quedó completamente desestimado, pese a contar con los afectos de varios funcionarios, incluido el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo. (Ver: ¿Planean manipular los hechos para defender al contratista que conducía ebrio?)
