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Benjamín Arciniegas tiene más de 200 corbatas de todo tipo. Absolutamente todos los días del año viste de traje; con saco, pañuelo, camisa, mancornas y calzonarias. Lo hace porque le gusta y porque así se lo enseñó su padre a muy temprana edad.
En las mañanas Benjamín atiende su despacho y expone, para la venta, un gran número de pinturas de oleo sobre lienzo. Y aunque es abogado y trabajó durante 21 años en el área de Planeación Prospectiva del Ministerio de Salud, su vicio más grande ha sido desde siempre la cultura.
Los jueves en la noche, con la misma pinta magistral con la que abre su despacho, presenta su cine-arte; saluda a los invitados, y después de alguna muestra musical de milonga, salsa o jazz, hace una pequeña introducción sobre la película del día. El público aplaude y acompañan la proyección con vino, pasabocas y una que otra persona recitando voluntariamente sus poemas. Así ha sido durante los últimos 15 años, desde que Benjamín decidió compartir con la ciudad su amor por el séptimo arte y abrió uno de los primeros cine-artes de Ibagué.
El origen del cine-arte de Benjamín
El primer lugar que Arciniegas convirtió en cine fue el auditorio del emblemático hotel Lusitania, donde almorzaba y leía con frecuencia. “Uno de los empleados me preguntó que si me gustaba mucho el cine y la literatura, y yo le dije que sí. Él me dijo: ve, aquí tenemos un salón con minibar, donde puedes hacer algo. Y yo dije: sí, mi cine. Y ahí empezó todo”, recuerda él.
La primera película en exponerse sería El Ciudadano Kane, de Orson Welles, que contaría con más de 20 asistentes. Ya para ese entonces Benjamín combinaba el cine con buena música y una pequeña galería de arte. “Eso fue tomando fuerza, empezaron a llegar jueces, fiscales, abogados y personas que tienen muchos conocimientos en cine”, cuenta.
Después del Lusitania, Arciniegas abrió su cine-arte en el hotel Casa Morales, donde estuvo por más de 11 años. De allí pasó al auditorio de Cámara y Comercio en donde estuvo por un corto periodo, y finalmente, desde hace un año, presenta la selección de sus películas en el salón de onces, restaurante y sitio especial para eventos culturales ‘Mundo Verde’. “Hay personas que han venido a mis tardes de cine desde hace más de 10 años y que muy rara vez fallan”, dice.
Cultura por herencia
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Para Benjamín el gusto por la cultura es genético: algo que aprendió de su padre y de su pariente el maestro Germán Arciniegas, primo hermano de su padre quien fue Ministro de Educación en el gobierno de Eduardo Santos, y uno de los historiadores más importantes del país.
Es por eso que el cine-arte para Benjamín es algo que hace por amor y que piensa seguir haciendo en los diferentes barrios de la ciudad. “Mi objetivo es presentar cine pero para las comunidades con temáticas como contaminación ambiental y minería”, agrega Arciniegas.
El restaurante Mundo Verde y Saludable, ubicado en la Calle 11 #1-82 (frente a la Clínica Minerva en el centro de la ciudad), abre sus puertas cada jueves a partir de las 6:30 de la tarde para recibir a los ibaguereños amantes de cine.
