Luis H. Rodríguez, no valió la pena la espera

Por: Luis Fernando Garibello

Tres campañas, participación en Alcaldías anteriores, hijo de Alcalde, educado en el Externado, se podrían inferir que tenía elementos para ser un mandatario al menos decente como su padre, pero lo que sucedió entre los períodos 2012 – 2015, ha sido absolutamente vergonzoso.

Ponerle adjetivos a esa administración sería fácil, pero se corre el riesgo de terminar siendo grosero y no se trata de ello, creo que a la ciudadanía, y en especial a los dirigentes que acompañaron esta candidatura y esa Alcaldía, así como a los líderes que en los barrios de Ibagué durante años tienen el valor, porque eso es, de apoyar procesos políticos, tienen la obligación de hacer no solo un acto de conciencia, que en últimas no tienen ningún efecto práctico, sino además un acto de contrición con la ciudad.

No se trata de pedir disculpas públicas, pero si reconocer el error tan grave de apoyar una persona que desde el desayuno se sabía cómo sería el almuerzo, y me refiero desde el año 2003 cuando presentó su nombre para ser elegido Alcalde, pues no solo denotaba una falta absoluta de carácter como en efecto sucedió cada día de su administración, sino además la montaña de favores en especial a sus predecesores que acumuló campaña tras campaña y resultaron en el desastre y vergüenza nacional que somos por culpa de alguien que carecía de los mínimos para orientar destinos.

No se trata de disculpas de los líderes públicos/políticos que lo acompañaron sino de toda la ciudadanía reprochar públicamente estos actos de gente desvergonzada como Luis H, Orlando Arciniegas, Oswaldo Mestre, Carlos Heberto Ángel y las demás personas o funcionarios de la Alcaldía y entidades vinculadas que tuvieron que ver con este megadesastre.

Se trata de reprocharles en la cara cada vez que los veamos en la calle, en un centro comercial, en el estadio donde suele verse a Luis H, en los centros comerciales que suelen frecuentar en Bogotá, uno muy especial, donde se había vuelto un “hábito” hacer compras a raudales… el por qué hicieron de nuestra ciudad lo que es, y la malísima imagen por la cual se nos menciona a diario. Ya nadie dice que Ibagué es la ciudad musical, ahora todos hablan de la calidad de dirigentes que se han parido allá.

De Santofimio se dijo de todo, pero después de él han venido unos que harían sonrojar al político de marras. Abogados en afán de buscar “arreglar” su vida ofreciendo a los gobernantes las más hábiles maniobras para ocultar rastros de cada contrato y aseguran que nada pasará.

La lista de políticos que están pagando escondederos a peso es larga, el susto en general que se vive en Ibagué por más de un político no es de poca monta…la lista de bienes en manos de terceros y en otros países será un “bocado de cardenal” para el Fiscal General que se viene con las primeras extradiciones por corrupción que tendrá el País.

Otrora las épocas donde Turbay Ayala dijo: “la corrupción en sus justas proporciones”, hoy sabemos que esa “ecuación” se desbalanceó como desajustaron las miles de licitaciones que en la Alcaldía de Ibagué ha hecho nuevos ricos y nuevos visitantes incómodos del Campestre… y lo peor, estos sujetos ahora apoyando candidatos al Senado por el Tolima, ojalá NO les alcance.

Foto: ELOLFATO.COM

Fecha: viernes - 5 mayo - 2017