Un misterioso contrato que dejó el exalcalde Jesús María Botero es el causante de la parálisis del acueducto alterno de Ibagué. Esa fue la excusa que presentó este viernes el alcalde Luis H. Rodríguez en un foro sobre la realidad del recurso hídrico, organizado por la Cámara de Comercio, Cortolima y la administración municipal.
Luis H. se tardó tres años y cinco meses para admitir públicamente que su socio político, ‘Chucho’ Botero, le heredó un contrato cuestionado severamente por la Contraloría General de la República y que suscribió pocas semanas antes de dejar la Alcaldía de Ibagué. Sin embargo, hay que aclarar que el mandatario no mencionó a su amigo y mentor. (Ver hallazgos de la Contraloría)
El contrato se lo adjudicaron al consorcio Acualterno, el 8 de noviembre de 2011, tenía un plazo de ejecución de 18 meses y costaba $6 mil 296 millones. Pero después, el contratista consideró que el proyecto valía $18 mil 289 millones, todo gracias a unos asteriscos que quedaron en el contrato y que permitían modificar los precios de algunas obras.
El representante legal de este consorcio es el polémico abogado y amigo personal de Luis H., Orlando Arciniegas Lagos, el mismo estructurador de las licitaciones de los Juegos Deportivos Nacionales.
El IBAL ya anunció la decisión de liquidar el contrato de Acualterno y Arciniegas pasará, muy seguramente, de asesor del IMDRI a demandante de la empresa de acueducto.
Rodríguez hizo una amplia exposición de la discusión jurídica que ha tenido su administración durante tres años y cinco meses con el representante de Acualterno, Orlando Arciniegas.
Contó que aceptó la petición de Acualterno, de adicionarle $10 mil millones al contrato, provenientes del empréstito de $100 mil millones que le aprobó el Concejo de Ibagué, pero lo frenó rápidamente la Procuraduría General de la Nacional.
Después de esa fallida jugada vieron que no había más camino que liquidar el contrato, proceso que no se ha resuelto.
Así funciona ‘el tapen tapen’
Irania Hernández, presidenta de la Red de Veedurías del Tolima, dijo que esta confesión pública de Luis H. Rodríguez explica muy bien como funciona la lógica política de los alcaldes de dejar su sucesor en el cargo.
“El Alcalde, una vez hizo el empalme, debió contarle a la ciudad qué encontró en el IBAL pero se quedó callado. Solo hasta ahora cuenta todo”, afirmó Hernández, quien asiste al foro organizado por la Cámara de Comercio.
Un foro esperado
Este evento desde su anuncio generó expectativa entre sectores políticos y de ciudadanos, que esperaban que el burgomaestre diera explicaciones sobre los recursos que el Gobierno Nacional advirtió podrían irse para La Guajira.
Por eso, el foro logró convocar a diferentes actores de la ciudad. Candidatos a la alcaldía de Ibagué como Rubén Darío Rodríguez, Guillermo Alfonso Jaramillo y Emmanuel Arango estuvieron presentes durante la exposición. También hicieron presencia algunos concejales como Camilo Delgado, Heber Humberto Sánchez y Javier Mora.
La administración Municipal por su parte llevó un gran número de funcionarios, contratistas y lideres comunales para que apoyaran al alcalde. En repetidas ocaciones algunos ciudadanos lo interrumpieron, visiblemente molestos, pero sus acompañantes lo respaldaban con aplausos y gritando a los críticos. El presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio, Enrique Mejía, tuvo que hacer las veces de mediador para poder continuar el foro.