Son muchas las definiciones y conceptos sobre la mitomanía, que en términos generales puede definirse como un trastorno psicológico que consiste en mentir de manera compulsiva y patológica.
Y aunque el que no haya dicho una mentira nunca que tire la primera piedra, el mitómano a diferencia del simple mentiroso falsea la realidad para hacerla más soportable e incluso puede tener una imagen distorsionada de sí mismo, generalmente con delirio de grandeza.
Esto, en casos extremos, puede llevar a que el mitómano compulsivo se crea sus propias mentiras y fabrique realidades a partir de ellas.
Aunque no soy psiquiatra para determinar si nuestro alcalde sufre de tan particular y preocupante patología, lo que advierto como lo hacen muchos ibaguereños es que el alcalde Luis H. nos muestra constantemente una realidad distorsionada, llevada a los extremos como sucedió recientemente con el sonado caso del foto-atraco.
En este pintoresco y burdo episodio, el alcalde intentó por todos los medios mostrarnos una realidad inexistente, desconociendo que este asunto era al fin de cuentas un negociazo para un privado.
Intentó, en el colmo del más absoluto descaro, subrayar que era algo tremendamente positivo para Ibagué y que quienes nos oponíamos lo hacíamos basados en inventos, odios, mentiras, resentimientos.
Tal vez el alcalde nunca soltó los palos de golf en el lujoso Club Campestre de Ibagué para leer el informe del Ingeniero Méndez y hacer por si mismo los cálculos. De haberlo hecho, tal vez se hubiera evitado el descrédito y los cuestionamientos que a raíz de este asunto se generaron en la ciudad y que, inclusive, fueron motivo de crítica y burla en la capital de la república.
No contento con intentar infructuosamente engañar a la ciudad con lo del foto-atraco, otro aspecto que sugiere el carácter aparentemente mitómano del burgomaestre es insistir que “Ibagué Avanza”.
¿Acaso no habrá visto las cifras de empleo? ¿Acaso no ha advertido que nuestra ciudad “avanza” como la primera en trabajo infantil a nivel nacional? ¿Será que no se ha dado cuenta que a un grupo de honestos y comprometidos ciudadanos les tocó arreglar las alcantarillas quiebra-patas de la carrera tercera ante la incompetencia de su administración? ¿Será que no ha tenido tiempo de leer el informe de “Ibagué Cómo Vamos” donde se demuestra en varios aspectos la insatisfacción generalizada de la ciudad? ¿No ha advertido Luis H. que mes a mes su imagen se deteriora y sigue en el pelotón de los peores alcaldes de Colombia? En fin, se llenarían muchas cuartillas para señalar cientos o tal vez miles de aspectos en los cuales el alcalde se engaña a si mismo, de paso intentando engañar a la ciudad que lo eligió.
Pero la cereza que le faltaba al pastel es, una vez más, afirmar que los Juegos Nacionales se realizarán según lo planeado. A este Alcalde no le da pena insistir en lo mismo, pues sin el menor asomo de decencia sugiere que se va a cumplir y que Ibagué tendrá los mejores Juegos Nacionales de la historia. Esto, como lo vengo sosteniendo desde el año pasado, es una gran mentira y me temo que el alcalde lo sabe pero se hace el loco.
Tal y como lo afirmé en otra columna, desde el 31 de Marzo de 2012 cuando el presidente Santos lideró un Acuerdo para la Prosperidad en Chaparral, evento en el cual anunció los XX Juegos Nacionales, Ibagué en cabeza de su alcalde debió empezar a gestionar recursos y a hacer todo lo posible para garantizar la realización de los juegos, los cuales hoy están en entredicho.
No le bastó al Alcalde y su equipo la andanada de críticas relacionadas con el cuestionado proceso de los diseños (caso Typsa), donde también infructuosamente quisieron hacernos creer que todo era un mar de transparencia, para ahora volver a caer en inconsistencias y comprobadas mentiras.
Una reciente publicación de ELOLFATO.COM reveló con total claridad y con audios en la mano las mentiras que nos viene diciendo el alcalde de tiempo atrás. (Ver nota) Dijo en una reunión que en Montería y en Popayán los escenarios para los anteriores juegos nacionales los habían hecho en seis meses.
Una mentira más del alcalde, pues ya se comprobó en una juiciosa tarea investigativa que allá se hicieron un menor número de escenarios que los que se pretenden hacer en Ibagué en diez meses y no en seis.
Y solo basta hacer una cuenta rápida para ver que los tiempos ya no dan, pues todavía falta, entre otras cosas, firmar los convenios con Coldeportes, incorporar los recursos al presupuesto, expedir los respectivos CDPs, hacer estudios previos, hacer estudios de mercado, publicar los términos de la licitación, adjudicar, legalizar e iniciar obra.
Los que hemos estado en el sector público sabemos que una licitación bien hecha no se gasta menos de tres meses, así que si la misma arranca en enero de 2015, cosa que dudo, en el mejor de los casos se estará adjudicando a finales de marzo, lo que le da al suertudo contratista que se gane ese proceso, solamente ocho meses para hacerlo todo.
De todo esto solo puedo sacar una conclusión: al Alcalde le importan un carajo las justas deportivas, pues lo realmente importante para él y su camarilla es el proceso de contratación de las obras, pues será el proceso contractual más grande y jugoso de la historia de Ibagué. El problema es que lo va a liderar el Alcalde más cuestionado de los últimos tiempos, líder de una administración que a la luz de estudios como el de “Ibagué Cómo Vamos” es percibida como poco transparente.
PD: El alcalde Luis H. se queja que muchos criticamos y no proponemos. Aprovecho este espacio para proponerle que desde ya se invite desde el despacho del Alcalde de Ibagué a la Oficina de la Transparencia de la Presidencia de la República y a Transparencia por Colombia para que acompañen el proceso de contratación de las obras de los juegos, lo que daría tranquilidad a propios y extraños sobre la transparencia del proceso. Tal vez la mitomanía sea tolerable, no así la cleptomanía.
Luis H.: ¿mitómano profesional?
Por: SRM