En días pasados el señor Ricardo Arroyo, Secretario General del Ibal, tuvo a bien señalar en una emisora local que mis afirmaciones relacionadas con la intención de privatizar el Ibal mediante la transformación de la empresa en una sociedad por acciones eran puro cuento (Ver columna anterior), señalando de paso que ni la Junta Directiva ni la Asamblea de Socios habían considerado tal asunto. Reza un popular refrán que “primero cae un mentiroso que un cojo”, expresión que cae como anillo al dedo para comprobar una vez más, y con documentos en mano, que algo se fragua en el Ibal a espaldas de la ciudad.
En una breve conversación con un miembro de la Junta Directiva del Ibal, confirmé que dicha Junta, presidida por el Alcalde Luis Hernando Rodríguez Ramírez, si había discutido la posibilidad de convertir al Ibal en una sociedad por acciones. En efecto, en la sesión de junta directiva del pasado 24 de Marzo de 2015 a las 2:00 pm adelantada en la sala de juntas del Ibal, se incluyó como punto 4 lo siguiente: “Modificación Estatutos de la Empresa. Exposición a cargo del Dr. Ricardo Arroyo Navarro – Secretario General”. Al leer con detenimiento dicha acta, se advierte que el Alcalde Luis H. señala que “ya que se va a llevar a aprobación de la asamblea la modificación de los estatutos se podría aprovechar para llevar otros temas” . Esos “otros temas”, como lo confirma Arroyo seguidamente en el acta, no eran otra cosa que la composición accionaria del Ibal. (Ver acta del IBAL)
Más claro no canta un gallo: A espaldas de la ciudad, Luis H. Rodríguez, las directivas de la empresa y los miembros de la junta ya ponían sobre la mesa este delicado asunto.
Recordemos que este hecho, el de modificar la composición accionaria del Ibal, fue discutido en la Asamblea de Socios del Ibal celebrada el 26 de Marzo de 2015, tan solo dos días después de la ya mencionada reunión de Junta Directiva. En dicha Asamblea de Socios, el señor Arroyo al discutir la reforma de estatutos reafirma lo que ya se había debatido en la Junta Directiva, indicando que “las empresas de servicios públicos deben ser por acciones, sin embargo por situación que posteriormente debe revisarse deberá transformarse (el Ibal) de sociedad anónima a sociedad por acciones” . Clarita entonces la intención de Arroyo y sus amigos de transformar al Ibal en la ya comentada sociedad por acciones.
Pero hay más. Si bien es cierto Luis H. y los miembros de la junta debatieron este asunto de la composición accionaria en la sesión del 24 de Marzo, también hicieron una salvedad relacionada con recabar información más precisa para sugerir tales cambios.
De hecho, el alcalde indicó que “lo que se debe hacer es traer los diferentes puntos a modificar para poder dar las facultades al gerente para que los presente a aprobación a la Asamblea, ya que es el momento de realizar una revisión técnica, jurídica, administrativa que permita darle más garantías a la empresa en cuanto a su administración” . Igualmente el alcalde “manifiesta y reitera que se requiere de una especie de proyecto de los puntos a discutir, y que tengan los vistos buenos de los diferentes abogados externos, revisor fiscal, es decir de los diferentes funcionarios de la empresa que brinden la tranquilidad suficiente tanto interna como externamente”.
Esto comprueba dos cosas: en primer lugar, que Luis H. y su camarilla necesitaban llevar bien cocinado jurídica y técnicamente el tamal de la privatización a la Asamblea de Socios del Ibal (con mayoría accionaria de Infibague) para poder transformar dicha empresa en una sociedad por acciones. En segundo lugar, que el Señor Arroyo merece un reconocimiento al funcionario más eficiente de la historia de Ibagué pues en los dos días de diferencia que se registraron entre la Junta Directiva (24 de Marzo) y la Asamblea de Socios (26 de Marzo) pudo tener el proyecto validado, listo y con todos los vistos buenos que ordenó el alcalde. ¿Sería esa la historia? Desafortunadamente para Arroyo las cosas aparentemente no fueron así.
Tal y como lo comprobé con un miembro de la junta directiva, dicho proyecto de modificación de estatutos con todos los requisitos ordenados por la Junta Directiva nunca fue presentado nuevamente ante los miembros de Junta, lo que sugiere que el bien intencionado señor Arroyo actuó de manera independiente, de espaldas a la junta directiva y desobedeciendo sus directrices, posiblemente de sin la aprobación de la gerencia del Ibal, aunque no sabemos si avalado o autorizado por el Alcalde Luis H. Rodríguez.
En todo caso, la modificación aprobada en la sesión de Asamblea de Socios del 26 de Marzo, no cumpliría con los requisitos legales consagrados los Estatutos del Ibal, que indican en uno de sus apartes que para la reforma de estatutos que “las reformas de los estatutos sociales deben ser aprobadas en un solo debate por la mayoría absoluta de los miembros de la Junta Directiva de la entidad y ratificadas por la asamblea de accionistas”. Si el proyecto de reforma no volvió a discutirse en la Junta, ¿se habrá cumplido este requisito obligatorio? Ya que el Secretario General aparentemente se pasó por la faja al Gerente, a la Junta y al Alcalde, ¿se habrá pasado también por la faja los estatutos del Ibal?. Creo sinceramente que subyacen muchas dudas y preguntas sin respuesta en relación con este bochornoso y vulgar incidente, siendo preocupante que ante tantas evidencias tanto el Alcalde de Ibagué como su buen amigo y compañero de andanzas, Ricardo Arroyo, insistan en que jamás pasó por su cabeza la privatización del Ibal. La sabiduría popular tiene razón: ¡primero cae un mentiroso que un cojo!
Post Data: Me asalta otra duda… ¿Si como lo sostuvo Arroyo en la emisora Ondas de Ibagué y el Alcalde Luis H en Ecos del Combeima todo lo que se aprobó en la asamblea de Socios del Ibal era tan maravilloso y provechoso para Ibagué y el futuro del Ibal, por qué lo ocultaron por tantos meses? ¿Acaso no es costumbre vieja de Luis H. Rodríguez pavonearse hasta por tapar un hueco? ¿Por qué ya de salida el Alcalde impulsa tan controversial modificación? Sigamos atentos Ibaguereños, no sea que Luis H., con el mismo descaro que afirma que vamos a tener juegos nacionales, resulte diciendo: Yo no sabía, todo fue a mis espaldas!