Jesús María Botero, el exalcalde de Ibagué, no está muy cómodo en la campaña de Jhon Esper Toledo, pese a ser el candidato ‘ungido’ para retener el poder que ostentan desde hace casi ocho años. ‘Chucho’ Botero fue alcalde de Ibagué en 2008, después lo reemplazó Luis H. Rodríguez, en 2012, y el sucesor sería Jhon Esper Toledo, quien aspira ser elegido el próximo 25 de octubre.
Pero Toledo se está desmarcando de sus dos mentores, no está defendiendo públicamente la gestión de Luis H. Rodríguez y, por el contrario, se promociona como la renovación política de Ibagué.
Eso ha generado malestar en el exalcalde Botero. Incluso, el mismo candidato dijo el fin de semana, en una entrevista con el periódico El Nuevo Día, que Chucho Botero no ha comunicado oficialmente si se adhiere o no a la campaña.
Pero hay otro ingrediente. A Botero y al mismo alcalde Luis H. Rodríguez les preocupa que Toledo tome ‘vuelo’ y no sea tan leal como ellos esperan.
Jhon Esper Toledo supo que Botero y Rodríguez, solos, no lo llevarían a la Alcaldía y acudió a buena parte de los caciques políticos del Tolima para asegurar su triunfo a toda costa.
“Ya Toledo no es de los trillizos (Jorge Tulio Rodríguez, Jesús María Botero y Luis H. Rodríguez). Esto ya es otra cosa con la presencia de Emilio Martínez, Jaime Yepes, Opción Ciudadana, los conservadores y MIRA”, dijo un alto funcionario de la Alcaldía de Ibagué, cercano a Jhon Esper.
Más fuerzas, menos puestos
Ante este panorama político, el exalcalde Botero perdería peso, protagonismo y, sin lugar a dudas, burocracia.
Luis H. Rodríguez ‘consintió’ durante su gobierno a Chucho Botero. Por ejemplo, en su administración le entregó la secretaría de Educación de Ibagué, que este año tuvo un presupuesto de $144 mil millones (con transferencias de la Nación), la Gestora Urbana (administra los predios de la ciudad) y el hospital San Francisco, donde dejó a Fanny Gómez, quien fue su secretaria cuando se desempeñó como gerente de este centro asistencial, desde la administración de Jorge Tulio Rodríguez.
“Esos son las dependencias visibles, pero también se le entregaron muchas direcciones en toda la administración”, dijo el mismo funcionario consultado por este portal.
De resultar elegido Jhon Esper Toledo, Chucho Botero tendría que esperar la repartición de la ‘torta’ con políticos de reconocido apetito burocrático.
Emilio Martínez, el jefe de Cambio Radical, el partido que avaló a Toledo, querrá continuar manejando la secretaría de Salud. Pero como se ‘echó al hombro’ al candidato, pediría otra cartera como Infraestructura, que también maneja importantes recursos y permite el contacto con los líderes comunales. Sin embargo, otras fuentes señalan que estaría detrás del IBAL debido a su relación con el ministerio de Vivienda, que le pertenece a Cambio Radical.
Otros que entran a jugar fuertes son Gonzalo García, el excongresista condenado por parapolítica, y José Elver Hernández, representante a la Cámara, ambos del gomezgallismo. Ellos podrían continuar con la secretaría Administrativa. Esta dependencia tiene un presupuesto de $47 mil millones.
El barretismo, otra vertiente del partido Conservador, también buscaría su ‘pedazo’ de torta por el respaldo público que ha hecho esa organización a través del concejal Carlos Portela.
No se queda atrás Jaime Yepes, representante a la cámara del partido de La U. A él le entregaron este año Infibagué, una entidad que tiene más de 130 cargos -entre contratistas, supernumerario y contratistas- para repartir entre sus amigos y un presupuesto nada despreciable de 20 mil millones de pesos, de los cuales $7.500 millones están destinados a gastos de funcionamiento y $12.500 millones de pesos para inversión.
Pero Yepes no está satisfecho con esta institución y pediría que le adicionaran una secretaría, en un eventual triunfo de Jhon Esper.
Los partidos Opción Ciudadana y MIRA también esperan cupos burocráticos a cambio de su adhesión, y tendrá que guardar espacio para las cuotas que solicite Luis H. Rodríguez, quien se ha sumado a la campaña a través de su esposa Luz Amparo Noreña.