Son muchas las inquietudes que tienen los colombianos sobre el acuerdo de paz. Una de ellas, y no menos importante, es sobre cómo el medio ambiente será beneficiado con este pacto, ya que algunos puntos apenas tratan de manera superficial la protección de los recursos naturales.
Diana Rodríguez, investigadora del Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad, Dejusticia, explica que al menos el 42 % de los Parques Nacionales se han visto afectados por los cultivos ilícitos, lo cual supone una pérdida en los ecosistemas que se encuentran protegidos. De igual forma, el 23 % de estas zonas se han perjudicado por la minería ilegal. (Ver: Acuerdos de La Habana no promueven la impunidad por delitos atroces: Dejusticia)
“El medio ambiente ha sido una víctima más del conflicto armado. En 2013, el 75 % de la deforestación se concentró en municipios con incidencia alta o muy alta de conflicto”, explica.
De igual forma, se han derramado cuatro millones de barriles de petróleo en los últimos 35 años, lo que equivale a 16 veces la cantidad de lo vertido en Alaska por el buque petrolero Exxon Valdez en marzo de 1989.
“El acuerdo no tiene un capítulo en específico sobre el medio ambiente, pero trae medidas y acciones para reparar el daño ambiental y sobre todo para encaminar al país a un desarrollo más sostenible”, afirma.
Los puntos que hablan sobre medio ambiente
En primer lugar, en el punto que trata sobre la reforma rural integral se establece la creación, por parte del Gobierno Nacional, de un plan de zonificación ambiental para definir los ecosistemas estratégicos como páramos y humedales.
“Asimismo, el Gobierno se compromete a apoyar proyectos que contribuyan a frenar la expansión de la frontera agrícola. Por ejemplo, el pago por servicios ambientales o los programas de reforestación”, agrega Rodríguez.
Por otra parte, en el punto tres se establecen como prioridad los proyectos de reincorporación enfocados en la protección y restauración ambiental.
«Luego de realizar un censo socioeconómico, se deben identificar los programas y proyectos productivos sostenibles para vincular el mayor número posible de hombres y mujeres hoy pertenecientes a las FARC-EP. La participación en programas y proyectos de protección ambiental y desminado humanitario merecerá especial atención”, dice el acuerdo.
“El punto cuatro, sobre solución al problema de drogas ilícitas prioriza la sustitución en Parque Nacionales. Y también incluye un componente ambiental en los planes de sustitución que busca mitigar daños ambientales e incentivar la protección de los bosques”, añade.
Finalmente, el punto cinco en el que se trata el tema de víctimas y justicia, anuncia que el Tribunal de la Paz puede establecer sanciones relacionadas con la recuperación ambiental. Además, las Farc se comprometen, a realizar acciones para reparar el daño ambiental, por ejemplo a través de programas de reforestación.