En el departamento hay 655 humedales, los cuales suelen ubicarse en alta montaña, páramos, bosques, áreas cercanas al Valle Medio del Magdalena, así como en zonas arroceras.
Aunque están distribuidos en muchos de los 47 municipios del Tolima, son Villahermosa, Santa Isabel, Ibagué, Anzoátegui, Chaparral, Rioblanco, Murillo, Rovira, Planadas y los tres Parques Nacionales Naturales Los Nevados, Las Hermosas y Nevado del Huila, los que cuentan con la mayoría de estos espejos de agua.
Los humedales hacen referencia a toda área terrestre que está saturada o inundada de agua de manera estacional o permanente y, según la protectora de estos ecosistemas en todo el mundo, la Convención de Ramsar, pueden dividirse en dos grupos.
Por un lado, los humedales continentales donde se incluyen acuíferos, lagos, ríos, arroyos, marismas, turberas, lagunas, llanuras de inundación y pantanos. Y en un segundo grupo donde estarían manglares, marismas de agua salada, estuarios, albuferas y arrecifes de coral.
¿Pero cuál es su importancia?
“Las funciones de un humedal son regulación hídrica, control de inundaciones, control de erosión, retención de sedimentos, protección contra tormentas e incendios, recarga y descarga de acuíferos, hábitat para flora y fauna silvestre, así como recreación activa, es decir, lo que se conoce como servicios culturales de contemplación y hasta turismo”, expuso Luis Fernando Poveda, profesional universitario de áreas protegidas de la subdirección de planeación de Cortolima.
Esto, sin mencionar que los humedales proveen de hábitat, alimento, refugio, áreas de crianza y reproducción a un elevado número de peces, aves, anfibios, reptiles, mamíferos e invertebrados.
Por eso, desde hace más de diez años la autoridad ambiental del departamento se ha preocupado por la identificación de estos ecosistemas, la elaboración de planes de manejo, así como de su implementación en los diferentes territorios donde son caracterizados.
Planes con los que “se busca diagnosticar los problemas ambientales y socioeconómicos que caracterizan el humedal y su zona de influencia, así como las oportunidades de servicios ambientales y finalmente determinar las acciones de mitigación, compensación y de solución a las problemáticas que se presenten”, concluyó Poveda.
Y es que, además del cambio climático, son muchos los factores que ponen en riesgo estos ecosistemas.
Según explicó alguna vez a este medio Jorge Enrique Cardoso, el director de Cortolima, las situaciones como la agricultura intensiva, la urbanización, la contaminación, la desecación, sobreexplotación de recursos y la introducción de especies foráneas, han afectado los procesos naturales que se dan en los humedales convirtiéndolos en ecosistemas frágiles con pérdida de capacidad productiva.
Tratado internacional
La Convención Ramsar (tratado creado en 1971 para la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales, regionales nacionales e internacionales), publicó recientemente un estudio en el que alertó sobre el peligro de estos ecosistemas.
Según esta publicación, los humedales están desapareciendo tres veces más rápido que lo bosques en todo el mundo, argumentando que entre 1970 y 2015 se perdió el 35 % de los humedales del mundo, sin mencionar que las tasas anuales de pérdida vienen en aumento desde el año 2000.
Teniendo en cuenta que los humedales de agua dulce (también los hay salobres y de agua salada) albergan el 12 % de todas las especies conocidas y representan un medio de subsistencia para más de 1.000 millones de personas, este reporte también confirma la urgencia de adoptar medidas eficaces en la protección de los humedales y sensibilizar a las personas sobre los beneficios y servicios que representan.
Los humedales que debe conocer
- Las mellizas (Anzoátegui)
- El silencio (Mariquita)
- Las catorce (Cunday)
- Río Viejo (San Luis)
- Saldañita (Natagaima)
- El hato (Armero Guayabal)
- El burro (Amabalema)
- El toro (Ibagué)
- Arcoiris (Villahermosa)
- Laguna Albania (Lérida)
- Toqui – Toqui (Piedras)
- Caracolizal (Melgar)