Las perritas son una de las mascotas favoritas en los hogares. Sin embargo, su ‘celo’ se convierte en un dolor de cabeza para los dueños, por lo que es importante tener en cuenta algunos tips para cuando esta etapa llegue por primera vez, y desmentir algunos mitos creados sobre una de las soluciones más efectivas: la esterilización.
El ‘celo’ es un periodo de tiempo en el que la perrita llega a su madurez sexual, lo que indica que está lista para la reproducción, y, como es sabido, es el proceso mediante el cual se conserva la especie. Usualmente llega cerca a los seis meses de edad y, a partir de este momento, su ciclo se puede repetir cada seis u ocho meses.
“No hay un periodo específico para entrar en ‘celo’, está entre los seis y los 24 meses de edad, depende de la raza, la nutrición, la condición corporal y la zona de vida. No va a entrar en ‘celo’ al mismo tiempo una perrita de la calle desnutrida, a una perrita que está en la casa muy bien alimentada y con los ciudades al día”, afirma Diego Muñoz, médico veterinario de la Universidad del Tolima.
En este sentido, aunque no se puede establecer en qué momento llegará el periodo de reproducción, si hay algunos síntomas que pueden advertir la presencia de dicho proceso, que puede tardar entre siete y 14 días. Uno de los más comunes es el sangrado y el enrojecimiento de la vulva, que son quizá los más notorios y los que queremos controlar.
También es común que durante esta época los cambios hormonales alteren el comportamiento de las perritas. Algunas se ponen intranquilas o a la defensiva, y su cambio anímico podría ser notorio. También podría incrementar el número de veces que orinará y esto es simplemente para llamar la atención de los machos.
Cómo manejar el ‘celo’
Se debe tener en cuenta que es un periodo en el que el animal se deja llevar por su instinto. Lo primero que se puede hacer es intentar enseñarle a usar interiores, así los dueños podrán limpiarla cada vez que esté sucia.
Si por alguna razón resulta complejo hacerlo, se puede destinar un espacio especial para ella, un sitio espacioso que sea fácil de limpiar, y donde se asegure de que ningún macho tenga acceso. Sin embargo, no es recomendable encerrarla tanto tiempo, pues se le generarían otros problemas de conducta y vendrían los destrozos o ladridos excesivos.
La rutina de paseos debe seguir, pero siempre debe ir con su collar y lo ideal es no ir a lugares donde haya perros, pues en un descuido y por el tema de instinto, la pueden montar, se pueden dar peleas entre los machos, y hasta puede pasar que algún peludo se pierda de su hogar por estar buscando a la perrita.
Para evitar que los perros la persigan o la molesten en exceso es muy útil hacer uno o dos lavados por día de la región perianal y aplicar esencias mentoladas que confundan la detección de feromonas por parte de los machos.
Recomendaciones de los veterinarios
Lo más recomendado si no quiere que su mascota tenga crías y entre en ‘celo’ es practicar la Ovh (Ovariohisterectomía), lo que comúnmente conocemos como esterilización, que consiste en extraer todo el sistema reproductivo – ovarios, cuello uterino y útero- mediante una técnica quirúrgica.
“Es una técnica que se realiza en muchas partes del mundo, está totalmente aprobada y es la mejor solución. Sin ovarios, no hay producción de hormonas, por ende la perra no va a ciclar y no va a entrar en ‘celo’”, agrega el profesional.
Algunos mitos sobre la esterilización
- Hay que esperar su primer celo
- Hay que esperar la primer camada o podría morir
- Las perras esterilizadas se vuelven perezosas y no cuidan igual
- Si ya entró en ‘celo’, hay que esperar a que acabe el ‘celo’ para esterilizar
La respuesta a esos mitos es que las perras pueden operarse antes de su primer celo, no necesitan haber tenido ninguna cría, después de siete días de recuperación de la cirugía el animal volverá a estar igual, y si ya está en celo, también se pueden operar, aunque sea una cirugía que demande más rigurosidad.