Esta antropóloga habló con EL OLFATO sobre la sentencia de la Corte Constitucional, la cual le ordenó a la Universidad de Ibagué su reintegro inmediato. Godoy Ferro reconoce que, aunque hay una relación «difícil» con las directivas de la institución, volverá al plantel educativo.
De igual manera, resaltó lo importante que es trabajar el tema de la autonomía universitaria desde todas las instituciones de educación superior en el país. (Ver: Corte Constitucional ordena a la Universidad de Ibagué reintegrar a la docente Mónica Godoy Ferro)
¿Qué opina sobre la sentencia de la Corte Constitucional respecto a su caso?
Estoy muy satisfecha con el fallo, porque es un fallo que sienta un precedente importante frente a varios aspectos, principalmente me parece que es importante la recepción que hace frente a los límites de la autonomía universitaria en relación con los derechos fundamentales. Ninguna institución educativa puede despedir a un profesor o un estudiante por su opinión política o por ejercer su derecho a la libre expresión.
¿Aceptará el reintegro a la institución o cuál era su objetivo con esta tutela?
Cuando hice la tutela, por supuesto que estaba esperando que los jueces de primera instancia fallaran a mi favor, porque tengo todo el material probatorio que señala que efectivamente fui despedida como un acto de discriminación. Esperaba un fallo favorable en primera instancia, no se dio, esperé el fallo en segunda instancia y tampoco.
Intenté encontrar trabajo en Ibagué, no lo logré, entonces me tocó moverme de ciudad, por supuesto que estuve esperando todo este tiempo volver a la Universidad de Ibagué. Es una institución que yo respeto, pero le tengo esa crítica frente a la forma en cómo abordan las problemáticas de violencia de género dentro del plantel.
¿Qué espera que suceda entre usted y la universidad después de esta sentencia?
Yo estoy esperando que se comuniquen conmigo para regresar y firmar el contrato. Ahora, yo sé que la situación en la que quedó la relación con las directivas es una situación muy difícil, o sea, tendría que esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos para tomar una decisión, pero por el momento yo estoy esperando que me den las instrucciones para volver. (Ver: Unibagué anuncia reintegro inmediato de docente por orden de la Corte Constitucional)
¿Qué fue de la vida de Mónica Godoy Ferro en estos meses?
Fue muy difícil, fue una situación muy complicada porque aunque la universidad me indemnizó hasta diciembre, el aislamiento en el que me encontraba, también el de todas las mujeres que hablaron y denunciaron, fue bastante grave. Ellas terminaron despedidas junto con todo el cuerpo de vigilancia de la universidad, entonces las cosas en vez de solucionarse se agravaron.
La universidad lo que hizo fue utilizar como excusa las denuncias de acoso sexual para llevar a cabo un plan de tercerización de la vigilancia y eso terminó dejando sin empleo, o con empleo muy precario, en unas condiciones diferentes, a los vigilantes de la universidad. Entonces fue un proceso muy complejo porque efectivamente se hizo una campaña de estigmatización en mi contra y fue un proceso emocionalmente desgastante y físicamente pesado.
Diferentes medios a nivel nacional han destacado esta noticia, lo marcan como un hito dentro de la autonomía universitaria, ¿se siente satisfecha con lo que logró?
Entre las solicitudes que le hice a la Corte, yo les solicitaba que le pidiera al rector de la universidad unas excusas públicas hacia mí, por lo que había sucedido, pero no me lo otorgó. Dentro de la resolución no está eso, pero yo sí esperaría recibir por parte de la universidad, de las directivas en particular, unas disculpas por la forma en que me trataron a mí, así como todo un reconocimiento del problema y mayor compromiso de encontrar salidas ajustadas a derecho frente a este tipo de situación.
Después de todo este asunto, ¿qué piensa sobre la autonomía universitaria en Colombia?
Creo que la lección más importante es que este tipo de problemas no se solucionan ocultando ni siendo neutrales frente a una situación de violación de derechos humanos. Las universidades no están por encima de la Constitución y de la Ley, opino que esa es la reflexión de esta situación. Hay universidades que están enfrentando el problema, que están sacando protocolos, que están haciendo investigación porque en realidad tiene una visión crítica frente a su propio actuar y quieren solucionar el problema. Entonces ese es el camino, ¿no?
Sabemos que es un problema social, que requiere muchos ejercicios pedagógicos, que requiere un cambio cultural, que es un proceso de largo aliento, sin embargo, hay que comenzarlo desde ya, empezar a trabajar en esa vía y no en la del ocultamiento, porque esa vía no va a ayudar a solucionar nada.