Dos de los funcionarios más cuestionados de los últimos años en el Tolima guardan más similitudes de lo que parece. El exalcalde de Ibagué Luis H. Rodríguez y el rector de la Universidad del Tolima, José Herman Muñoz, grabaron sus nombres en la historia administrativa de la región, no por sus logros sino por sus fracasos.
El primero dejó sumida a Ibagué en una de sus peores crisis administrativas, por los continuos actos de corrupción que se tejieron desde la administración municipal. Y el segundo, quebró financieramente la universidad pública más importante del Tolima.
Los dos fueron promovidos por el partido Liberal
Pero las similitudes comienzan por el partido que impulsó a estos dos personajes. Tanto Rodríguez como Muñoz fueron promovidos por el partido Liberal, organización que pretende pasar de ‘agache’ en medio de los dos desastres.
A Luis H. Rodríguez, el partido Liberal le dio el aval hasta que, en su tercera aspiración, logró hacerse elegir como Alcalde de Ibagué. Sin embargo, aunque los liberales fueron determinantes en la elección de Rodríguez, hay que decir que este político local fue un verdadero camaleón. En su afán por llegar a la administración municipal, transitó por el partido Conservador, pasó después al desaparecido Movimiento Equipo Colombia del detenido dirigente antioqueño Luis Alfredo Ramos (hoy detenido por parapolítica) y hasta aspiró por el partido de La U.
Por su parte, José Herman Muñoz, fue elegido y reelegido gracias al respaldo político del ‘ala’ política del exsenador Mauricio Jaramillo, jefe del partido Liberal en el Tolima. Hoy, Muñoz es señalado como uno de los principales responsables de la crisis financiera de la alma mater e insiste en quedarse en su puesto, pese a que ya perdió todo el respaldo del Consejo Superior. (Ver: La denuncia en contra del rector de la UT que interpusieron cuatro integrantes del Consejo Superior)
Su debilidad comunicativa
Otra similitud evidente es que ambos han dejado frases memorables que reflejan su mal manejo de las comunicaciones y su escasa pericia a la hora de buscar argumentos que los favorezcan.
Por ejemplo, el año pasado, cuando Coldeportes le quitó algunas disciplinas deportivas a Ibagué por la falta de escenarios deportivos, el exmandatario local aseguró que esto no era motivo de sorpresa, ni escándalo y añadió: “Ni yo me voy a morir, ni la ciudad se va a acabar”. (Ver: “Ni yo me voy a morir ni la ciudad se va a acabar”: Luis H. sobre pérdida de disciplinas de Juegos Nacionales)
Asimismo, en los últimos días Muñoz también se ha manifestado de manera errónea. Ante la huelga de hambre realizada por profesores y funcionarios de la Universidad del Tolima quienes exigen su renuncia el rector aseguró: “Si nos hemos equivocado administrativamente, ha sido de buena fe”. (Ver: “Si nos hemos equivocado administrativamente, ha sido de buena fe”: José Herman Muñoz)
Todo lo anterior sin contar que ambos argumentan que sus detractores solo buscan «desprestigiar» su gestión como administradores de recursos públicos, sobre todo cuando se trata de cuestionamientos dirigidos a sus periodos en el poder.
Sin embargo, pese a todo lo anterior, lo que más asemeja a Muñoz y a Rodríguez es justamente que durante sus sus administraciones nacieron los ‘elefantes blancos’ más grandes de la historia de Ibagué: los escenarios deportivos de los Juegos Nacionales, por $140.000 millones, y el Hospital Veterinario del Sur, por $6.100 millones. (Ver: El oscuro parto del nuevo ‘elefante blanco’ de Ibagué: el hospital veterinario de la UT)
Así todo, tanto Luis H. Rodríguez como José Herman Muñoz comparten la poca admiración y la incredulidad por parte de los tolimenses, quienes coinciden en responsabilizarlos por las situaciones críticas que afrontan la ciudad y la Universidad del Tolima.
Y la última, tal vez la más irrelevante similitud, es que sus segundos nombres empiezan con H, uno es Luis Hernando y el otro José Herman, letra muda del abecedario, como mudas también quedaron las personas que defendieron sus gestiones mientras tuvieron contratos públicos.