Las huellas que han dejado las erupciones del Volcán Cerro Machín

La última erupción del volcán Cerro Machín ocurrió hace 900 años. Así lo relata la geóloga del Servicio Geológico Colombiano, Gloria Patricia Cortés, quien además afirma que, en los últimos 9.000 años, seis erupciones del Machín han generado avalanchas por vías y ríos tolimenses.

Esas investigaciones han permitido establecer que la actividad del Volcán Machín, ubicado a siete kilómetros de la cabecera municipal de Cajamarca, se remonta al Holoceno. Periodo en el que ocurrieron explosiones de gran magnitud y que generaron grandes cantidades de depósitos piroclásticos: una mezcla de nubes ardientes, cenizas, rocas y gases volcánicos que se deslizan por la superficie del terreno a gran velocidad, arrasando todo lo que se atraviese en el camino.

Estos hallazgos han permitido establecer lo devastadoras que han sido estas erupciones, evidencias que han quedado grabadas sobre las márgenes del río Coello, testigo de las erupciones del Machín. Según Cortés, el volcán Machín es un excelente laboratorio, y al mismo tiempo, uno de los volcanes más peligrosos de Colombia.

Estas avalanchas, explica la geóloga, han cambiado el curso de ríos como el Coello y el Magdalena. Del mismo modo, estudios del Servicio Geológico Colombiano han permitido establecer que en la quebrada Chagualá, cerca de Coello, se encuentran las huellas más antiguas de las erupciones del volcán Cerro Machín.

“Siguiendo el río Coello desde aguas arriba, hasta su desembocadura hasta el río Magdalena, nos ha permitido ver la evidencia de avalanchas asociadas al volcán Cerro Machín durante los últimos 9.000 años. Los lahares (mezcla entre material volcánico y agua que se moviliza desde las laderas de los volcanes) han sido tan grandes que en algunos momentos han podido desbordarse sobre sus márgenes, en grandes extensiones laterales y ha dado lugar a algo que en geología se conoce como abanicos aluviales”, explicó Córtes.

Estos lahares han sido encontrados en El Carmen de Bulira, Payandé, el Valle de San Juan, San Luis, Saldaña, Guamo, Suárez, Espinal, Gualanday, Chicoral, Coello, Flandes y Girardot. Esos depósitos evidencian que el cauce del río Coello, hace 9.000 años, seguía otro curso, hasta que rompió la barrera de Gualanday, una cadena de montañas muy antigua, tomando el cauce actual.

“Este es un sitio de evidencia de los depósitos más antiguos de lahares del Holoceno que hemos reconocido en el área de influencia lejana del Volcán Cerro Machín y muy cerca al río Coello”, apunta Cortés.

Cortés ha identificado otros cinco depósitos de lahar asociados a las erupciones del Machín. De hace 4.300 años se encuentra el depósito del Guamo; luego, hace 3.600 años, el de El Espinal; hace 2.500 años el de Chicoral, y el de Chagualá hace 1.200 años. El del Carmen es el más reciente: hace unos 800 años.

Las investigaciones de los lahares del Machín demuestran que los volcanes no sólo tienen potencial de daño en su área de influencia inmediata, sino que a través de los ríos pueden llegar a distancias inimaginables.

“Es el potencial geonegativo que se traduce en una amenaza y un peligro, y al ser una zona tan grande con infraestructura, con una gran población, nos habla de que, ante una alta amenaza y alta vulnerabilidad, existe un alto riesgo”, explica Cortés.

Tener conciencia de que la población de Cajamarca está construida sobre una de las terrazas generadas por depósitos del volcán Cerro Machín, o que esas avalanchas han llegado hasta el río Magdalena, es una buena razón para continuar estudiando las huellas dejadas por el Machín. En razón a esto, el Servicio Geológico Colombiano ha adelantado talleres de apropiación social acerca del monitoreo e investigación volcánica, en el área de influencia con los niños de Cajamarca y de esta forma reducir el riesgo en caso de erupción.

* Este artículo fue realizado con información del Servicio Geológico Colombiano.

Por: JHON RAMIREZ

Foto: SUMINISTRADA / SERVICIO GEOLÓGICO COLOMBIANO

Fecha: domingo - 28 octubre - 2018