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Wilmer Manchola Cano se convirtió en el primer capturado en aceptar los cargos que le imputó la Fiscalía General de la Nación por la defraudación de los Juegos Deportivos Nacionales. Esta persona logró quedarse con por lo menos 573 millones 518 mil 550 pesos del contrato que se ‘ganó’ la firma española Typsa, para la elaboración de los estudios y diseños de los escenarios inconclusos que tiene hoy la ciudad.
De acuerdo con la investigación, Manchola fue el ‘enlace’ entre la empresa y el abogado Orlando Arciniegas Lagos, razón por la cual se llevó una buena parte de la coima que pagó la compañía española.
Estos recursos, como ocurrió con la señora Gloria Inés Martínez, fueron girados a través de la triangulación de dineros correspondientes a los anticipos que giró el Imdri, supuestamente, para la elaboración de los estudios y diseños. (Ver: La mujer de la sociedad ibaguereña señalada de ocultarle dineros ilícitos a Orlando Arciniegas)
La Fiscalía 22 seccional de delitos contra la Administración Pública le imputó por lo menos cinco cargos, tres de ellos en calidad de coautor interviniente: celebración indebida de contratos, contrato sin cumplimiento de los requisitos legales y peculado por apropiación. Los delitos restantes, en calidad de autor, son: lavado de activos e incremento patrimonial no justificado.
Ante la cantidad de pruebas, entre las cuales hay gran cantidad de interceptaciones de llamadas y correos electrónicos, Wilmer Manchola terminó aceptando los cargos, buscando una rebaja de penas.
«Lo que usted hizo con sus actuaciones condujo a que se tramitara y adjudicara el contrato a la empresa Typsa. También generó que esta empresa se apropiara de bienes del Municipio que habían sido trasladados al Imdri. Tan es así que, de conformidad con la información legal, el valor de la apropiación de Typsa alcanzó para que le cancelaran a usted una suma que superó los $500 millones», aseguró una de las fiscales que lleva el caso.
Manchola y Arciniegas, buscan al contratista
Orlando Arciniegas era asesor externo de la Secretaría de Hacienda de Ibagué, desde el 19 de febrero del año 2013. La tarea encomendada por la administración del exalcalde Luis H. Rodríguez al polémico asesor era la de prestar servicios profesionales para realizar un acompañamiento contable, financiero y jurídico de los diferentes procesos que se adelantaban en dicha dependencia. Hasta ahí, todo iba bien. (Ver: La historia de Orlando Arciniegas, el abogado del mal)
«Pero el primero de agosto del año 2013, se llevó a cabo una reunión convocada por el señor Carlos Heberto Ángel, quien era gerente del Imdri, ya contando con las directrices que le diera para la época el señor alcalde Luis Hernando Rodríguez, y que tenía como finalidad establecer en qué avance se encontraba lo de los Juegos Nacionales, cuál era la estructuración que se iba a hacer para poder dar cumplimiento a lo establecido por Coldeportes en la contratación de los estudios y diseños y crear un comité interdisciplinario para cumplir con todos esos objetivos», relató la fiscal.
El entonces secretario de Hacienda, Oswaldo Mestre, «de manera verbal», designó a Arciniegas para que hiciera todo el proceso de acompañamiento precontractual y contractual de los estudios y diseños. Ahí es cuando Wilmer Manchola apareció.
«De acuerdo con los elementos materiales de prueba, se pudo establecer que el día 14 de agosto del 2013, 13 días después de la reunión en Ibagué, usted en la ciudad de Bogotá contactó -personalmente- al señor Luis Rodrigo Uribe, quien para la época de los hechos era el representante legal de la empresa Typsa en Colombia. Usted fue presentado por una tercera persona y se identificó como empresario, lo contextualizó con relación a los Juegos Nacionales, le dio a conocer la necesidad de presentar ante Coldeportes unos diseños y estudios para establecer qué unidades deportivas debían ser adecuadas, construidas o remodeladas, y le solicitó a Uribe que presentara un proyecto en el cual se estableciera la experiencia de la empresa, pero que además montara una estructura de inversión en la que dijera cuál podría ser el valor de esas obras que se ejecutarían», aseguró la fiscal del caso.
De esta manera, Manchola preparó todo para presentarle al representante de Typsa al exasesor Orlando Arciniegas y acordar el monto de la comisión, que sería del 16 %, unos 1.800 millones de pesos. (Ver: “Arciniegas convirtió los recursos de los colombianos en su botín personal”: Zar Anticorrupción)
«Desde ese momento, usted empieza a enviar documentación técnica necesaria a la empresa Typsa para poder tener listo el proyecto que le había sido solicitado, usted informa o remite planos, fotografías y documentación relacionada con metros cuadrados, estructuras, disciplinas deportivas. Para el 20 de agosto del 2013, es decir, seis días después del primer contacto entre usted y Luis Rodrigo Uribe, se presenta una nueva reunión en Bogotá, pero en esta ocasión hay un tercer interviniente: el señor Orlando Arciniegas Lagos, a quien usted ya conocía con anterioridad y con quien tenía un vínculo. En esta reunión Arciniegas se presentó como asesor de la Alcaldía y usted le presentó el proyecto que ya había realizado la empresa Typsa y que contenía la información relacionada con la experiencia y el valor que presuntamente podía tener, hasta ese momento».
Montaron los pliegos de manera coordinada con Typsa
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Sostiene la Fiscalía que, en primera instancia, el contrato iba a costar 12 mil 285 millones de pesos, pero después hacen un ajuste y lo rebajaron a 11 mil 500 millones de pesos. Todo se hizo de manera concertada entre el contratista (Typsa), Wilmer Manchola (intermediario) y la Alcaldía de Ibagué.
«Además de presentarse ese proyecto a Orlando Arciniegas, él (Manchola) indica que para que Typsa fuera adjudicataria de ese contrato tendría que cancelar una suma de dinero que favorecería tanto al señor Orlando Arciniegas como a Wilmer Manchola. Solicitud que fue aceptada por el representante legal de Typsa.
En ese momento la propuesta que presentó, de forma tentativa, sería de $12.285’736.700. Pero era una cifra estimatoria. Al día siguiente de esa reunión, a las 5:30 de la tarde, Wilmer Manchola a través de medios técnicos le remitió al señor Orlando Navarrete, jefe de licitaciones de Typsa, un documento que contenía el pliego de condiciones que había sido utilizado en otro proceso contractual y que tenía como finalidad que fuera adecuado a las condiciones para que favoreciera a Typsa en el futuro proceso contractual que se iba adelantar».
Agrega el ente acusador: «Para ese mismo día, a las 6:02 de la tarde, mediante medios técnicos, Jorge Orlando Navarrete contesta indicando: “Wilmer, he cambiado todo lo que encontré así a la carrera relacionado con el tema del Estadio. En verde, son temas que se deben revisar, pero no creo que vayan en este pliego. En amarillo, está lo que debemos modificar o añadir, espero que esté bien. El tema del presupuesto no lo he puesto porque no recuerdo el valor exacto. Tú ya lo tienes, si lo puedes poner. Creo que no es más. Me confirmas si vamos a almorzar con los doctores o no. Quedo atento a las observaciones”.
Millonarias dádivas
La Fiscalía también dijo que, una vez firmado el contrato con Typsa, los implicados aprovecharon que todavía no existía una firma interventora encargada de verificar los procesos de plan y manejo de los recursos para que el Imdri desembolsara los anticipos.
«El proceso de intervención fue declarado desierto porque ningún oferente cumplía con las amplias exigencias de requisitos proyectadas por el señor Orlando Arciniegas. Para esa fecha, como no se contaba con interventor, se emitió una orden de la cual no existe ninguna constancia en la que se dijera que se pague el respectivo anticipo a Typsa que corresponde al 30 % del presupuesto del contrato«.
Así pues, una vez recibidos los dineros, Manchola utilizó la empresa denominada Grupo Empresarial Dan S.A.S para que por allí se lavaran los activos y, posteriormente, recibir cheques millonarios firmados por el representante legal de dicha empresa.
De esa manera, Manchola recibió un total de $573’518.550: «Los mismos dineros que fueron consignados fueron retirados entre diciembre de 2013 y enero de 2014. Así como fueron consignados esos cheques, así mismo fueron retirados a través de diversos cheques de la chequera manejada por el grupo empresarial«.
