La «sinvergüencería» de Barreto 

Por: CAMILO PADILLA

Es normal que existan diferencias políticas entre la dirigencia tolimense. El enfrentamiento Barreto – Jaramillo no es nuevo o inexplicable; por el contrario, es otro capítulo de la vieja disputa entre liberales y conservadores por el poder en el Departamento.

Sin embargo, ahora que los líderes naturales de las dos corrientes ostentan los cargos de elección popular más importantes del Tolima, la contienda parece estar en su máximo punto de tensión.

Ya en campaña se advertía que en el enfrentamiento iban a tener un especial protagonismo los medios de comunicación, los cuales de manera unánime le abrieron los micrófonos a Henry Escobar para que le subiera al nivel de los insultos.

Y la estrategia mediática se ha mantenido y ha sido avivada por las ligerezas de Guillermo Alfonso, quien ha llegado incluso a sacarle a relucir las preferencias sexuales a Barreto.

Hasta el momento, parecía que aparte del bochornoso espectáculo mediático, la mayor consecuencia política de la pelea Jaramillo – Barreto era la dificultad para desarrollar armónicamente proyectos de inversión en Ibagué; pero quienes teníamos dicha lectura estábamos equivocados, pues ahora resulta que el agarrón lo tenemos que pagar todos los tolimenses y la cuenta ya va en 580 millones de pesos. 

Recientemente, a Barreto le pareció una magnífica idea invertir 580 millones de pesos en una separata en la Revista Semana, gasto que consideró más prioritario que atender la crisis humanitaria en Coyaima, o en instituciones como el Hospital Federico Lleras y la Universidad del Tolima.

En dicha publicación se dio espacio a un buen empresario y pésimo columnista para que publicara una diatriba contra Jaramillo, lo cual muchos interpretan como la intencionalidad de fondo de la separata.  

Se acepta que los señores mantengan sus diferencias, incluso que de vez en cuando se saquen los cueros al sol para alimentar el morbo de los corrillos de la Tercera, pero que el Gobernador se gaste los recursos públicos en su disputa es una total «sinvergüencería», más cuando a la fecha la única inversión que ha hecho en algunos municipios es repartir mercados (más malos que el columnista). 

Foto: elolfato.com

Fecha: lunes - 31 octubre - 2016