Existe una frase de Albert Einstein sobre la crisis en donde argumenta que esta debe ser vista como una oportunidad de mejora, pues de las crisis surgen progresos, la creatividad se despierta luego de la angustia y de esta nacen las grandes estrategias.
Los casos de éxito de los empresarios más ejemplares se forjan bajo la adversidad y la dificultad. Las páginas de sus historias están escritas con mucho sacrificio, esfuerzo, persistencia, pero sobre todo: Resiliencia.
El término resiliencia significa la capacidad que tienen las personas u organizaciones de afrontar momentos de calamidad y de adaptarse rápidamente a los cambios, convirtiendo así dificultades en grandes oportunidades. La resiliencia en si misma requiere de la voluntad nata del ser humano para generar un cambio positivo. Esta capacidad permite auto-descubrir el verdadero potencial y talento que tenemos, pero del cual no somos conscientes hasta que somos movidos de esa “zona de confort”, hasta que tenemos necesidades reales o riesgos que debemos enfrentar y superar.
En el caso colombiano, este concepto visto desde una perspectiva empresarial cobra una significativa importancia, y es que en un país tan volátil como el nuestro, con todos los impedimentos que existen desde el ámbito tributario, legal y de mercado; ser empresario y perdurar en el tiempo es una total hazaña, un reto que en ocasiones no es tan valorado por la misma sociedad.
De hecho, de acuerdo a un estudio realizado por Monitor Group, el 72% de los colombianos tiene temor de crear empresa por miedo a quebrar o fallar, cifra que contrasta con países desarrollados y ejes de desarrollo mundial en donde por ejemplo en el caso de Estados Unidos (24%) y China (26%), el “fracaso” es visto como necesario para el desarrollo de la cultura empresarial y emprendedora; en el que lejos de ser una desgracia, se convierte en el primer eslabón en el camino al éxito empresarial. Adicionalmente a esto, tan solo el 9% de las empresas en Colombia sobreviven luego de tres años de operación, justificando nuevamente que el crear empresa en nuestro país definitivamente no es sencillo.
Si bien lo anterior hace entrever la dificultad que tienen estos, también demuestra que el empresario colombiano tiene una particularidad que lo hace distinto, pues las condiciones del entorno lo obligan a desarrollar esa determinación para afrontar el día a día. Los empresarios con una gran resiliencia se destacan por tener una gran capacidad para superar las dificultades, son personas que tienen un periodo corto de negación y tienen una gran adaptación.
Los empresarios con alta resiliencia se caracterizan por experimentar, encuentran en la ansiedad y la expectativa una oportunidad para reinventarse llevando así a sus organizaciones a otro nivel. Son estos los que a pesar de los obstáculos diarios y de toda índole, crean valor generando bienestar para la economía y para la sociedad.
Es esta capacidad por lo tanto la que conlleva a que las empresas se vuelquen en una búsqueda constante de reingeniería, el desafío diario de superarse, en donde la imaginación y la creatividad se esclarecen de tal forma que permiten a las compañías seguir progresando, creciendo y por ende aportando al desarrollo económico de las naciones.
Dedicatoria: Quiero dedicar este artículo de forma especial a todos los empresarios, especialmente a los de mi departamento y mi ciudad. A Aquellos quienes, a pesar de las dificultades, siguen siendo generadores de bienestar, a aquellos quienes, a pesar de los inconvenientes, siguen con la firme convicción de crear progreso. Nunca desfallezcan, pues son ustedes los verdaderos resilientes.