Cada año se enfrenta a una turba de opiniones encontradas por ser la mujer que nos cuenta cómo va la ciudad. Lilian Castro es la coordinadora del programa Ibagué Cómo Vamos desde hace tres años y tiene, entre otras tareas, presesentar los resultados de la encuesta de percepción ciudadana y calidad de vida. Una tarea, reconoce, “nada fácil”. Pues a muchos no les gusta que se les diga qué está pasando en la ciudad.
“No es fácil construir los argumentos que permitan decirle con toda certeza y seguridad a una administración municipal, a los ciudadanos que necesitamos replantear el rumbo de nuestra ciudad, para que tengamos un futuro muchos más prospero, asociado a políticas de bienestar para la población ibaguereña”, señaló Lilian Castro.
Por lo que asegura, “es una tarea difícil pero también gratificante en muchos aspectos (…). A veces por ser joven o aparentar mucha menos edad, de la que consideran, debería tener una persona para coordinar este programa, es bastante fuerte para las personas”.
Ella se define así misma como una persona rigurosa, exigente y responsable. Y no es para menos. La imagen que tienen de ella, algunos funcionarios públicos y dirigentes políticos, es el de una mujer seria, responsable en sus declaraciones, y con mucha credibilidad.
Desde cuando se graduó del Liceo Nacional Bachillerato, tenía la idea que debía ingresar a una carrera que le ayudará a cambiar en algo la realidad en la que vivía. Por eso estudió Ciencias Políticas en la Pontificia Universidad Javeriana, de donde egresó en el año 2006. Después se quedó en Bogotá preparándose más y adquiriendo experiencia profesional.
Por causa de esto, duró al menos 10 años fuera de la ciudad, sin embargo a la primera oportunidad que tuvo volvió. Desde el 2011 cuando a su ciudad natal, Ibagué, para trabajar como docente del programa de Ciencia Política de la Universidad de Ibagué.
Un año después, le ofrecieron la coordinación del programa Ibagué Cómo Vamos. “Asumí este reto consciente de todas las implicaciones que tiene ser la persona, que le dice a la ciudadanía, las instituciones y la administración en qué hace falta mejorar”.
La mujer detrás del Cómo Vamos
En su vida diaria se dedica a la docencia y la investigación. Es una mujer casada, por ahora no quiere tener hijos, y a pesar de todo el tiempo que le dedica al Cómo Vamos, “siempre he tenido el apoyo de mi esposo en esta lucha”, dijo.
“Me gusta que me traten bien. Escucho música romántica y todo lo que se pueda bailar. En mi tiempo libre me gusta montar bicicleta, a este hobby le he invertido mucho tiempo”.
Su libro favorito es Crónica de una muerte anunciada. “Recuerdo que me impactó tanto que me lo leí en un día. Ese tipo de literatura me gusta mucho aunque ahora me dedico a leer más sobre temas relacionados al Cómo Vamos”, manifestó.
Para ella, “hay un rol de la mujer que está en deuda, en la región y en la ciudad. Creo todavía a las mujeres nos falta empoderarnos de muchos procesos, que no solo nos involucre en el reconcomiendo y derecho que tenemos como mujeres sino el de los demás. Una mayor representatividad en las instituciones”.
Finalmente dice admirar a muchas compañeras y amigas, porque en ellas ve la persistencia y la tolerancia que, a veces, ella dice no tener. “También admiro a las mujeres que fueron mamás muy jóvenes y ahora soy muy exitosas. Por supuesto a mi madre porque creo que tiene unas cualidades extraordinarias que nadie tiene”.