La metamorfosis de Ricardo Ferro

El excandidato cívico, Ricardo Ferro, guardó silencio durante los cuatro años de la administración de Luis H. Rodríguez, periodo en el que los escándalos de corrupción administrativa sacudían la ciudad semana tras semana. En ese entonces, el callado político les respondía a los medios: «Yo de ese tema no hablo, cuando sea Alcalde revocamos lo que esté mal», decía.

Así evadió muchas polémicas como las cuestionadas fotomultas, los cuestionados contratos que entregó el Ibal, la revocatoria que le promovieron al exmandatario y las oscuras licitaciones de los Juegos Deportivos Nacionales.

Sin embargo, este mutismo cambió en el 2016, justamente después de perder por segunda vez las elecciones a la Alcaldía. Este año, ha tomado muy en serio su papel de columnista para opinar sobre la administración de Guillermo Alfonso Jaramillo.

La estrategia de Ferro 2012 – 2015 fue refugiarse en el silencio para no fijar posiciones políticas. Tan anónimo fue el excandidato que el opositor natural de la administración de Luis H. Rodríguez fue Eduardo Bejarano, quien pese a que estaba radicado en Bogotá, cuestionó con argumentos el ‘negociado’ de las fotomultas que pretendieron imponer el  exalcalde y sus aliados en el Concejo. Sus análisis financieros contribuyeron a desbaratar uno de los tantos intentos de ese gobierno por beneficiar a particulares con recursos públicos.

Otro episodio en el que el excandidato cívico pasó inadvertido fue en el proceso revocatorio que promovieron el excandidato a la Gobernación del Tolima, Carlos García Orejuela, y el Representante a la Cámara, Pierre García. Esa decisión fue considerada como un desplante por parte de los García, pero aún así lo apoyaron en la pasada campaña.

Ferro despertó apenas en 2015, cuando llegó a la campaña Guillermo Alfonso Jaramillo, quien en cinco meses le ganó la Alcaldía de Ibagué y capitalizó el descontento de la ciudadanía con  Luis H. Rodríguez. Hay que decir también que Jaramillo triunfó también gracias al apoyo -detrás de bambalinas- de los partidos Liberal y Cambio Radical.

Al parecer, ahora aprendió la lección de su segunda derrota y quiso recurrir a la crítica permanente para mantenerse vigente, y aspirar, como Luis H. Rodríguez, por tercera vez a la Alcaldía de Ibagué. (Ver: Ferro le pidió a Uribe ser el candidato del Centro Democrático para la Alcaldía de Ibagué)

La transformación es evidente si se tiene en cuenta que de 13 columnas que ha publicado durante este año en el diario El Nuevo Día, 10 están dedicadas a la administración del actual alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo, pero su pluma ha puesto en evidencia su talante como persona y su capacidad intelectual.

La columnista Laura Castro dijo que el excandidato cívico se está equivocando en su estrategia comunicativa: “Se está quedando en la parodia, el comentario irónico, jocoso o cantinflesco de situaciones que bien pueden ser asunto de otros editorialistas o columnistas lejanos a la política”.

«Podría convertirse en un actor  político que no ha superado el fracaso electoral  y a través de la parodia le está diciendo a los Ibaguereños, ‘¿ven lo que pasa por no haber votado por mí?’, en una línea delgada de escaso sentido de pertenencia y arraigo por la ciudad», afirmó Castro.

Por: REDACCIÓN POLÍTICA

Foto: elolfato.com

Fecha: martes - 24 mayo - 2016