En Ibagué sigue siendo tema de conversación el intento de sicariato que se registró en la Plaza de Bolívar, y que dejó como saldo uno de los presuntos delincuentes muerto, otro capturado y la víctima del atentado con dos heridas producidas con arma de fuego. (Ver: Un muerto y un herido deja atentado en el centro de Ibagué)
La conmoción aún persiste en la ciudad porque no es muy usual que se cometan este tipo de delitos en pleno centro de la capital tolimense y porque el cuerpo de uno de los sicarios quedó tendido sobre la calle 10, entre carreras Tercera y Cuarta, un corredor muy transitado y por el que circulan no solo peatones comunes y corrientes, sino también empresarios, políticos y mandatarios, muchos de ellos escoltados.
Gracias a eso, fue que el esquema de seguridad del alcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo, logró interceptar a los delincuentes, cuando huían en contravía, frente a la Catedral Metropolitana. El mandatario precisamente salía de las exequias de un reconocido médico de la región cuando se presentó el atentado.
Sería un ajuste de cuentas
La principal hipótesis que estudian las autoridades, es que detrás del intento de sicariato hay un presunto ajuste de cuentas entre organizaciones dedicadas al microtráfico de drogas en Ibagué.
De acuerdo con la autoridades, la víctima, identificada como Luis Antonio Marulanda, al parecer era buscado por delincuentes de la capital antioqueña. Este hombre es oriundo de Neira (Caldas) pero está radicado en Ibagué desde hace cerca de tres años.
Ayer (miércoles), Marulanda fue citado a una reunión en el sector de la vereda Cay, en el sector del Cañón del Combeima. El informe policial sostiene que él notó algo sospechoso en el lugar del encuentro y huyó en su motocicleta rápidamente.
En su ingreso a la ciudad, por la carrera Segunda, fue alcanzado en la esquina del Palacio de Justicia por otros dos hombres que venían en otra motocicleta. Se trataba de dos sicarios provenientes de la ciudad de Medellín, e identificados como Víctor Alfonso Flórez Villada y Jeisson Giraldo Estrada.
Los sicarios le propinaron tres disparos a Marulanda. Uno en el hombro, otro antebrazo y uno más en la pierna izquierda, pero logró sobrevivir y fue trasladado rápidamente a una clínica del centro de la ciudad.
El desenlace de los hombres que llegaron desde la capital antioqueña ya se conoce. Flórez Villada, de 28 años, cayó muerto en la calle 10, y Giraldo Estrada, de 34 años, fue capturado en la calle 11, entre carreras Cuarta y Quinta.
Los tres hombres implicados en este hecho tienen antecedentes judiciales, y han sido requeridos por la justicia por delitos como porte ilegal de armas, porte de estupefacientes y hurto agravado.