La consulta popular en Ibagué que pregunta «¿Está de acuerdo Sí o No que en el municipio de Ibagué se ejecuten proyectos y actividades mineras que impliquen contaminación de las aguas o afectaciones de la vocación agropecuaria y turística del municipio?» se realizará el próximo dos de octubre.
Llegar hasta este momento no ha sido fácil, los obstáculos que se superaron durante años fueron muchos, como muchas son las personas que han intervenido: ecologistas, líderes sociales y culturales, políticos y académicos, entre otros tantos.
Con todos los obstáculos puestos al comité pro-consulta, las presiones a la administración municipal y las amenazas a los concejales para que no votaran, estar justo donde se está podría considerarse un milagro.
Muchos han sido los argumentos que se han usado para justificar la consulta y quienes la han apoyado lo han hecho de frente, en el caso del alcalde Jaramillo, presentando el proyecto de acuerdo al Concejo Municipal, y, claro, los diez valientes Concejales y Concejalas votando a favor.
No ha pasado lo mismo con quienes se oponen a ella, muchos han disimulado su posición y se han excusado en argumentos confusos. Solo el Representante conservador José elver Hernández fue lo suficientemente coherente y frentero para asumir una perspectiva distinta. Mi respeto por eso; Choco, como se le conoce al Representante, no necesitó de argumentos distintos al de apoyar la minería.
Ahora, cuando la consulta es una realidad, esta se convertirá en el epicentro de la política local durante un poco menos de dos meses.
La campaña por el No ya arrancó motores, las reuniones en los barrios organizadas por el comité pro-consulta, la creación de comités y el liderazgo del alcalde Jaramillo son prueba de ello.
De otro lado, las posiciones a favor del Sí o en contra del No (en ultimas es lo mismo) siguen siendo vagas y la estrategia se orienta a promover la abstención intentando desvirtuar los apoyos brindados al No bajo el argumento que la consulta servirá para promover intereses políticos.
Este argumento es muy débil ya que la consulta fue promovida por el propio comité promotor en la campaña política pasada, se vincularon a los políticos y muchos hicieron campaña con esa bandera.
La bandera de defender el territorio e impulsar un modelo de desarrollo que promueva otras actividades económicas distintas a la minería no termina para Ibagué ni para el Tolima el dos de octubre. Eso lo saben los políticos que defienden la locomotora minera.
Esperar que los políticos no participen en una consulta popular es negar la esencia misma de la consulta y la democracia. Querer desvirtuar la consulta por que en ella participaran políticos es un argumento bastante flojo que solo le sirve para acaparar la atención de los medios de comunicación al político que lo dice. Él hace política con ese argumento.
Ahora bien, quienes esperan que los partidos políticos apoyen la consulta se van a quedar esperando. Los políticos no van a apoyar la consulta, por el contrario se van a atravesar de mil formas.
Vale la pena recordar que el gerente de asuntos corporativos de La Colosa en una entrevista dada al portal El Olfato afirmó que durante la campaña regional pasada “se le hizo aportes a casi todos los partidos políticos, salvo el Polo Democrático y el Partido Verde. El partido Liberal, partido de la U, Cambio Radical, Centro Democrático, entre otros, recibieron aportes de la compañía”.